Vivimos en una débil estructura social


Angela M. Angulo | 4/30/2020, midnight
Vivimos en una débil estructura social
GOLPE. La pandemia de COVID-19 ha provocado fatalidades que se cuentan por decenas de miles y devastadores efectos económicos en gran parte de este país. |

El Gobernador Greg Abbott anunció con entusiasmo la reapertura gradual de las actividades económicas del Estado desde el viernes 1 mayo. Centros comerciales, tiendas, bibliotecas, iglesias, cines y restaurantes atenderán al público, aunque al 25% de su capacidad, en lo que la máxima autoridad del Estado ha llamado la Fase 1 de la reanudación de labores comerciales. Actividades recreativas (que no representan contacto físico) como el golf o el tenis también se podrán realizar respetando los cuidados sugeridos por las autoridades de salud.

Activar la Fase 2 no tomará mucho tiempo: ésta empezará el lunes 18 de mayo, siempre que la cifra de contagios no se haya disparado exponencialmente. Si los resultados son los esperados, más negocios se unirán a la actividad económica: gimnasio, salones de belleza y bares; mientras que los que iniciaron la reapertura el 1 de mayo podrán incrementar su capacidad al 50%.

El inicio de la segunda fase y la ampliación del porcentaje de atención que se les permitirá a los negocios que empezaron sus actividades en la primera fase de este plan de reactivación económica dependerá de cómo se vaya dando la situación en el territorio texano.

¿Es prudente reabrir la economía estatal con actividades que involucran la aglomeración de la gente? Las cifras dicen que el Condado Travis es el cuarto con más casos de contagio en el Estado (1,539 al cierre de esta edición). El condado más cercano, Williamson tenía apenas 287 casos confirmados, y otro vecino, Hays, solo 161. Respecto de los decesos, el Condado Travis tenía (hasta el 29 de abril) 42 confirmados.

Es cierto que las cifras demuestran un porcentaje mucho menor que en otros condados y que en otras ciudades del país y del mundo si se compara desde la perspectiva demográfica, pero hay factores de riesgo que deben considerarse, especialmente entre quienes vivimos en esta parte del territorio texano.

Con datos de la Oficina del Censo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) elaboró el Índice de Vulnerabilidad Social (SVI) para calcular cuáles son las comunidades particularmente vulnerables a la pandemia de COVID-19.

Según el informe de la CDC –que consideró factores como el nivel socioeconómico, la estructura de las viviendas, las cifras de discapacidad, la situación de las minorías, la falta de dominio del inglés, y el alcance del transporte público– todas las ciudades del Centro de Texas (incluida Austin) están en zona vulnerable.

Estamos por reabrir las actividades socio-económicas, aunque autoridades como el alcalde de Austin, Steve Adler, se opongan a la medida por razones de sentido común, de interés en la salud pública y solidaridad con los más vulnerables. Que el Gobernador diga que el uso de mascarillas es optativo, aunque los especialistas de salud del Gobierno Federal y de la Organización Mundial de la Salud invoquen su uso, invita a una confusión que puede ser muy perjudicial.

En circunstancias como ésta, debemos recurrir al instinto de supervivencia para tomar las mejores decisiones. Hagamos lo que más le convenga a nuestras familias.

EL DATO

Desde que el 21 de enero se registró el primer caso de contagio de COVID-19 en este país, se han confirmado poco más de un millón de estadounidenses portadores del coronavirus.

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