Mark Morgan, comisionado de la Patrulla Fronteriza, reconoció que Estados Unidos ha ‘cerrado sus fronteras’ a solicitantes de asilo político que temen ser perseguidos en sus países (incluyendo a quienes intentan entrar legalmente a territorio estadounidense).

La Administración Trump realizó unas 10,000 deportaciones sumarias justificándolas en normativas sanitarias que han dado al Servicio de Aduanas y a la Patrulla Fronteriza la autoridad para obviar las leyes de inmigración vigentes, según una denuncia del Washington Post.

Las medidas sanitarias han permitido a la agencia rechazar indocumentados rápidamente, enviándolos de regreso a México. Las deportaciones han reducido dramáticamente el número de detenidos en las estaciones fronterizas, según el prestigioso diario.

Estas expulsiones express incluyen a niños que en otras circunstancias habrían sido amparados por las leyes estadounidenses que protegen a los menores de la trata de personas. Sin embargo, según el Washington Post, desde que la Administración Trump empezó a usar la normativa sanitaria, el país ha deportado a casi 400 menores de edad.

Los legisladores Demócratas han acusado a la Administración Trump de violar las leyes estadounidenses e incluso los tratados internacionales sobre asilo político, al utilizar una normativa sanitaria para negar el proceso de ley a los que buscan el asilo. Morgan defendió las acciones usando como argumento la emergencia sanitaria: “No se trata de inmigración. Se trata de salud pública. Se trata de implementar agresivamente estrategias de mitigación y aislamiento”.

Es oportuno destacar que el Departamento de Seguridad Nacional ha determinado que, en medio de esta pandemia global, los funcionarios federales pueden omitir algunas leyes haciendo uso de la interpretación que hace la Administración Trump de una ley aprobada en 1944.

DEBE SABERLO

Los cruces ilegales se han reducido en un 56% desde que se implementaron las deportaciones rápidas.

EL DATO

El tiempo promedio que le está tomando a la Patrulla Fronteriza rechazar de la frontera a un indocumentado es de 96 minutos. Toman sus datos personales, huellas digitales, los suben en una furgoneta y minutos más tarde están en suelo mexicano.