Joyas pictóricas en las calles de Austin
Salvador Munguia | 4/9/2020, midnight
La riqueza de Austin radica en su gran diversidad de razas, idiomas y culturas, algo que se percibe intensamente en la música que escuchamos, los lenguajes que hablamos, la forma en que vestimos, los alimentos que consumimos, las viviendas que habitamos, y hasta en la arquitectura de los edificios y de los templos donde oramos.
Tal diversidad también se ve reflejada en el muralismo, que en tiempos modernos se complementó con el graffiti. Ambas manifestaciones son fuente de inspiración para que artistas, de manera individual o colectiva, plasmen sus trabajos de contenido histórico, social o meramente colorido.
Cualquier puerta o portón, ventana, techo, barda, fachada, buzón, caseta de teléfono, puente de metal o de concreto, o espacio al aire libre, sirve de ‘lienzo’ para realizar (muchas veces) verdaderas obras de arte utilizando caballetes, pinceles o simples botes de aerosol.
En las obras paisajísticas que se pueden apreciar en Austin se nota el amor que los artistas le profesan a la ciudad capital, a sus tradiciones y hasta a la fauna de esta parte del Estado, dando testimonio de lo diferente que es esta metrópoli de otras ciudades texanas. Cuando superemos la actual crisis de salud, debemos organizar paseos por los espacios públicos que albergan estas obras de arte urbano. La oferta es enorme: parques públicos, bibliotecas, museos, avenidas, calles o callejones de la ciudad, son las galerías indispensables de este alimento para el alma.