Otro productivo ‘negocio’ de los cárteles mexicanos


Agencias / Cortesía | 10/17/2019, midnight
Otro productivo ‘negocio’ de los cárteles mexicanos
BUITRES. Detrás del aumento del ‘huachigas’ existen algunos cárteles de narcotráfico, así como bandas dedicadas al robo de gasolina, conocido como ‘huachicoleo’. |

Le dicen ‘gaschicol’ o ‘huachigas’. Es la forma como se conoce en México al robo de gas a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex). Se trata de uno de los ‘negocios’ recientes de las bandas de delincuencia organizada y de bandas narcotraficantes como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o el Cartel del Noreste que opera en Tamaulipas. Desde el año pasado participa también el Cartel de Santa Rosa de Lima, ubicado en Guanajuato y Michoacán. Este es un grupo especializado en el robo de gasolina y diésel que, como otros, cambiaron su actividad en los últimos meses debido a la estrategia que desde enero pasado aplica el Gobierno de Andrés López para combatir el delito.

Según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado (AMEXGAS), el robo de este combustible suma alrededor de 670 millones de dólares. Este delito afecta a instalaciones de Pemex pero también a los empresarios que distribuyen el hidrocarburo, insiste AMEXGAS.

Este es un problema en aumento reconocen las autoridades. Según datos de la consultora www.etellekt.com en lo que va del año se han detectado 516 tomas clandestinas para extraer gas licuado de petróleo (LP). El año pasado el número de sitios de extracción irregular fue de 215 en todo el país.

Las autoridades mexicanas detectaron que las bandas que sustraen gas suelen robar infinidad de pipas de agua (camiones) para usarlas en el transporte de gas. Esta es una práctica arriesgada porque esos vehículos no están diseñados para llevar ese combustible. Otro problema es que los grupos suelen almacenar el gas en lugares cercanos a zonas muy pobladas, en ocasiones con escasas medidas de protección. De allí distribuyen la mercancía en cilindros para vender casa por casa, o para vehículos y autobuses que usan ese combustible.

A diferencia de la gasolina o diésel, que se pueden tomar con los ductos en funcionamiento, para sacar el gas es necesario detener la operación del tubo que se consigue de dos formas: las bandas reciben información del momento en que los ductos están vacíos y los perforan. O provocan accidentes para obligar a suspender el envío de combustible e instalar válvulas para extraer el gas cuando el ducto vuelve a funcionar.

EL DATO

En los últimos meses se han registrado explosiones y fugas de gas en poblaciones de Puebla, Hidalgo o el Estado de México.

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