Según la agencia de noticias Associated Press (AP), la Adminstración Trump, a través de la oficina del Censo, está pidiendo a los Estados de la Unión información de las personas que utilizan servicios y ayudas públicas, y los datos de las licencias de manejo de sus residentes. Organizaciones proinmigrantes alertan que este es un nuevo intento del Gobierno Federal para conocer el estatus migratorio de los conductores (muchas de licencias indican si el conductor es o no ciudadano).

El ICE ya utiliza en sus investigaciones las huellas dactilares de bases de datos policiales y otros datos biométricos de arrestados o criminales convictos. La diferencia ahora es que se está requiriendo la información de personas que no han cometido delito alguno.