Se dice que el amor es uno de los sentimientos más bonitos que una persona puede llegar a sentir hacia otra porque le hace ver el mundo de una manera distinta. Y aunque para muchos es lo mejor que le puede pasar a alguien, no todos están convencidos de ello. Hay quienes con el sólo hecho de pensar que pueden enamorarse empiezan a sufrir una terrible sensación de malestar y niveles altos de estrés; provocándoles que se aíslen y rechacen cualquier posibilidad de conocer a otra persona. A este trastorno se le conoce como filofobia.

La filofobia es el miedo irracional de amar o enamorarse de alguien. Quien la padece rechaza sentir amor por un individuo y evita cualquier tipo de relación. En casos extremos, el filofóbico evita cualquier tipo de contacto, incluso, con compañeros de trabajo, amigos, familiares y vecinos, ante el temor de un rechazo o posible distanciamiento. Cuando una persona con este trastorno tiene cerca a alguien que le despierte amor o atracción empiezan a sentir síntomas como: náuseas, respiración acelerada, falta de aire, ataques de pánico, latidos irregulares de corazón, sudores, desórdenes gastrointestinales y un deseo de abandonar la situación cuanto antes.

La principal causa de esta fobia es un fracaso amoroso que no ha podido superarse: el divorcio de los padres, la muerte de un ser querido, el abandono de alguien a quien se amaba, la falta de apego o algún tipo de abuso o maltrato, entre otros.