El fútbol inglés hizo historia en los dos torneos de clubes más importantes de Europa, la Champions y la Europa League. Cuatro equipos son finalistas en esos campeonatos de relevancia mundial: Liverpool y Tottenham, y Chelsea y Arsenal, respectivamente.

El detalle de este buen momento futbolístico, histórico, radica en que los cuatro equipos mencionados destacan por sus figuras extranjeras, más que por sus futbolistas genuinamente ingleses. Cuando se trata de los finalistas de la Champions, el Liverpool está dirigido por un alemán, Jürgen Klopp, y sus figuras son el egipcio Mohamed Salah, el brasileño Firmino, el senegalés Mané y el holandés Van Dijk. Por su lado, el Tottenham es comandado por el argentino Mauricio Pochettino y su momento actual sería imposible sin el francés Hugo Lloris, el surcoreano Son Heung-min y el brasileño Lucas Moura.

En la Europa League, el Chelsea es liderado por el italiano Maurizio Sarri, y sus figuras son el belga Eden Hazard, los franceses N’Golo Kanté y Olivier Giroud y el brasileño Willian. El equipo azul tiene más jugadores ingleses prestados a otros equipos que en su plantilla de veintidós jugadores. Por su parte, el director técnico del Arsenal es el español Unai Emery y entre sus dirigidos más importantes destacan el checo Petr Cech, el francés Laurent Koscielny, el alemán Mezut Özil, el galés Aaron Ramsey y el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang. El Arsenal también tiene más jugadores ingleses prestados que en su plantilla.

El presente de los cuatro equipos ingleses tiene mucho que ver con la normalización de los jugadores extranjeros en sus respectivos equipos. Y con la maravillada aceptación de los hinchas ingleses, alguna vez conocidos en el mundo por sus salvajes y xenófobos ‘hooligans’.