E l Mundial que le faltaba al fútbol está cada vez más cerca. La FIFA, con el respaldo de los clubes más importantes de Europa (Real Madrid, Barcelona, Juventus, Manchester City, Manchester United, Paris Saint-Germain y Bayern Munich.), está decidida a crear este torneo, que se jugaría cada cuatro años, con veinticuatro conjuntos procedentes de los cinco continentes. Este torneo sería un campeonato estratégico que sustituiría al Mundial de Clubes y a la Copa Confederaciones.

A la FIFA le preocupa lograr que este torneo no sea un contratiempo para los clubes en el desarrollo de su torneo doméstico. De ahí que los participantes sean menos que en un Mundial de selecciones y los mismos que en una Eurocopa (24), pero con grupos de tres. La celebración del torneo se circunscribiría a dos semanas y media, desde un miércoles al sábado de 17 días después. La fecha sería del 17 de junio al 4 de julio. Menos tiempo, menos partidos (31 en total), pero mismo espectáculo.

Serán ocho grupos de tres y los primeros pasan directo a los cuartos de final. En cuanto a partidos, va de dos para el que caiga eliminado en primera ronda a cinco para los finalistas. Sin el Mundial de Clubes ni la Copa Confederaciones, serían en total 18 días de competición, en lugar de los 60 actuales. El objetivo es evitar el desgaste de los jugadores.

El reparto de las plazas ya está decidido: Ocho para la UEFA, seis para la CONMEBOL (Sudamérica), tres para la AFC (Asia), tres para la CAF (África), tres para la CONCACAF (Norteamérica, Centroamérica y el Caribe) y una plaza para la OFC (Oceanía) todos ellos repartidos en ocho grupos.

El país que acoja el Mundial no tendrá nada que ver con el que sea sede del Mundial de selecciones del año siguiente. Esto ayudará a democratizar más el fútbol y llevarlo a más lugares, dado que la Confederaciones siempre se jugó en el país que acogía el Mundial. Y esta periodicidad de cuatro años, en vez de bianual, se decidió para no restar protagonismo a la Champions.