Tras una investigación del FBI que duró alrededor de diez meses con la participación de cientos de agentes federales, treinta y tres padres adinerados, incluidas dos conocida actrices de Hollywood, presidentes de empresas públicas y privadas, exitosos inversores inmobiliarios y de valores, un diseñador de modas famoso y el codirector de un bufete legal mundial, fueron inculpados ante una Corte de Boston (Massachusetts) por pagar millonarios sobornos para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades del país con credenciales académicas y atléticas falsas.

Junto a ellos fueron sindicados trece entrenadores deportivos universitarios y operadores de organización de pruebas, así como cuatro de los responsables del esquema fraudulento. Entre los inculpados no hay estudiantes ya que muchos no sabían lo que hicieron sus padres.

El acusado de liderar el esquema, William Singer, recibió 25 millones de dólares de los padres en sobornos entre 2011 y febrero de este año. Parte de los pagos a Singer, que llegó a cobrar hasta 6.5 millones de dólares para garantizar una admisión, eran hechos por los padres a KWF, una fundación caritativa creada por él. Eso les permitía además deducir impuestos de sus contribuciones caritativas. Descubierto el timo, un cargo grave que afrontarán los involucrados será el de evasión de impuestos. Todos enfrentan una pena máxima de 20 años de cárcel.

EL DATO

Según el fiscal federal de Massachusetts, Andrew Lelling, todos, padres, entrenadores y facilitadores, mintieron, hicieron trampa, y escondieron sus delitos a expensas de estudiantes que trabajan duro y de los contribuyentes.