El adiós del cónsul mexicano más productivo de los últimos veinte años


Tania Del Ángel Pich | 6/13/2019, midnight
El adiós del cónsul mexicano más  productivo de los últimos veinte años
Carlos González Gutiérrez. |

Carlos González Gutiérrez llegó a Austin en mayo del 2015 tras una notable gestión de casi seis años en Sacramento (California). Con él hablamos sobre su trabajo y los retos cumplidos durante su estancia frente al Consulado General de México en la capital texana.

– ¿Cuál fue su objetivo principal cuando llegó a Austin?

– Una de mis principales metas fue mejorar la relación entre Texas y México. Texas es el principal socio comercial de México, comercializamos una cantidad cercana a los 200 mil millones de dólares al año, por lo que es muy importante tener una buena relación. Anteriormente, con el Gobernador Perry, la relación entre Texas y México no fue tan cercana como hubiésemos querido, pero logramos un acercamiento mayor con el Gobernador Greg Abbott, aunque todavía falta mucho por hacer.

– ¿Cuál considera su mayor logro?

– Desde el inicio de mi gestión, mi prioridad fue enviar a la comunidad mexicana del Centro de Texas el mensaje de que el Consulado es una casa de servicio, que estamos aquí para ayudar y que esperamos que la gente se acerque a nosotros con toda confianza.

– ¿Qué mejoras se obtuvieron con las nuevas instalaciones de la oficina consular?

– En primer lugar, logramos una nueva ubicación para la oficina consular. Anteriormente, la oficina estaba localizada en el centro de la ciudad. Nosotros trabajamos para mudarnos a un lugar mucho más amplio y con estacionamiento gratuito. La mudanza ocurrió dos años después de mi llegada y pasamos de ser un Consulado de 11 mil pies cuadrados a uno de 26 mil pies cuadrados. Actualmente contamos con una galería, una sala de espera, un cuarto para reuniones comunitarias; además, nuestra oficina es útil para las organizaciones comunitarias: casi todos los días tenemos eventos de instituciones aliadas que solicitan nuestras instalaciones.

– Su gestión mejoró la calidad del servicio al público.

– Cuando llegué a esta oficina, la gente debía esperar más de un mes para recibir una cita para obtener su pasaporte o su matrícula consular. Un año después, las citas se daban de un día para otro. Incrementamos el número del personal para brindar un mejor servicio y logramos bajar el tiempo de espera para recibir cualquier documento. Buscamos ser un Consulado accesible, asegurándonos de que nadie se fuera sin su documento en mano.

– ¿Por qué fue importante para usted ofrecer asesoría legal en el Consulado?

– Poco menos de la mitad de la población inmigrante en Texas es indocumentada y eso representa muchos retos. Por esta razón, comenzamos a ofrecer recursos de asesoría legal que van más allá de los servicios tradicionales de documentación, nos enfocamos en que las personas tengan un mayor conocimiento sobre sus derechos a la vez que despejamos sus dudas.

– ¿Cuáles fueron los retos más difíciles que enfrentó durante sus cuatro años de servicio?

– Nos enfrentamos a retos cotidianos como el poder ofrecer la ayuda necesaria para los jóvenes que podían solicitar el DACA; realizar las renovaciones del DACA para los que calificaban una vez que se eliminó el programa. También realizamos un esfuerzo conjunto con otras organizaciones para promover la solicitud de la nacionalidad estadounidense para aquellos residentes permanentes que calificaban.

– ¿Sufrió las consecuencias de las políticas antiinmigrantes nacionales y locales?

– En 2017, unas semanas después de que Donald Trump asumió el cargo de presidente, nos enfrentamos a una redada en Austin en la que fueron detenidos 53 compatriotas. Otro reto grande fue la iniciativa del Sheriff de Bastrop de organizar operativos de tránsito para detener a los conductores sin licencia de conducir y entregarlos a las autoridades migratorias. En una sola tarde detuvieron a 23 paisanos. También tuvimos que presionar y negociar para que Texas abonadora las alertas de viaje que solía emitir para que la gente no viajara a México argumentando razones de inseguridad. Otro momento difícil fue la decisión de la Texas Vital Statistics Unit de solicitar únicamente documentos expedidos en Estados Unidos para que un padre pueda registrar a sus hijos nacidos en este país como ciudadanos estadounidenses, algo que excluía a los padres indocumentados.

– ¿A qué se debe su traslado?

– Mi traslado se debe a las prácticas cotidianas de servicio exterior. Se considera conveniente cambiar a los empleados consulares para evitar echar raíces en un solo lugar.

– ¿Qué le motiva de su llegada a San Diego?

– San Diego es uno de los consulados más importantes del país. Esa ciudad es una de las principales entradas fronterizas por lo que es muy importante para la relación bilateral y me voy contento de saber que serviré a esa comunidad.

– Señor González Gutiérrez, ¿qué extrañará de Austin?

– A la gente, que es muy amigable, lo hermoso de Austin, sus lagos, su vegetación, la variedad de alimentos, como los ‘breakfast’ tacos. Es una ciudad muy taquera y como mexicano, es algo que extrañaré. También el comprar gasolina a bajo costo.

– Dígale algo a la comunidad que seguro lo extrañará también.

– Quiero agradecer a la comunidad de Austin por recibirme tan bien estos cuatro años y les reitero que el Consulado Mexicano está para ayudar a los paisanos del Centro de Texas, para velar por sus derechos e intereses. El único que se va soy yo, los demás empleados se quedan y el nuevo cónsul, Pablo Marentes González, es muy profesional y muy capacitado, y estoy seguro que servirá a la comunidad mexicana en Austin por todo lo alto.

EL DATO

Si desea conocer las actividades del Consulado General de México en Austin comuníquese al (512) 478-2866.

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