El Tribunal Supremo desestimó intervenir en la disputa sobre el programa migratorio Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que actualmente protege de la deportación a 690,000 jóvenes indocumentados, rechazando así la petición del Departamento de Justicia.

En la práctica, la decisión la máxima Corte del país significa que el DACA sigue vigente y que los servicios migratorios deben seguir aceptando las peticiones de renovación de ese permiso temporal, que evita la deportación de los jóvenes indocumentados y les permite trabajar.