Más de 700 migrantes hondureños iniciaron una nueva caravana desde la ciudad de San Pedro Sula con la idea de cruzar Guatemala y México y llegar a Estados Unidos, pese a los constantes llamados de las autoridades de ese país centroamericano a no migrar por los riesgos en la ruta. Los inmigrantes, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores, abandonan Honduras aduciendo la falta de trabajo e inseguridad.