Un panorama difícil tienen en este año más de un millón de indocumentados beneficiados por programas de amparo que están en la mira de la Administración Trump, y que serán estudiados por la Corte Suprema.

El Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, evaluará la situación de los casi 700,000 beneficiados por la Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA), el programa creado en el 2012 por el expresidente Barack Obama y que regulariza, aunque de manera temporal, a los jóvenes indocumentados que llegaron de la mano de sus padres.

Además, la máxima corte del país tiene en sus manos el destino de más de 350,000 inmigrantes, amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS), el amparo migratorio concedido a personas de países afectados por guerras o desastres naturales. Este programa ha sido cancelado por el presidente Trump en el caso de algunos países y es objeto de batallas legales.