Alivia tu insomnio
REDACCION EL MUNDO | 4/25/2019, midnight
Quieres dormir tras un día agotador, pero no logras conciliar el sueño. En esta época el insomnio es más común que nunca. Y aunque hay tácticas mentales para dormir, el insomnio es más fuerte.
Las horas que uno necesita descansar varían mucho de una persona a otra, pero por lo general están entre seis y ocho horas. Sin embargo, hay gente con ciertas características de personalidad que es más vulnerable e ingresa a un estado de ansiedad y preocupación cuando no puede descansar durante la noche.
Si una persona duerme mal durante varias noches y continúa su rutina sin preocuparse por ello, es poco probable que desarrolle un insomnio persistente. Pero si alguien que pasa la misma situación empieza a inquietarse demasiado por no poder descansar y sus consecuencias durante el día, podría entrar a un círculo vicioso de activación emocional y cognitiva, alterando más su sueño.
Las causas del insomnio son varias, pero el principal es el estrés. El trabajo, la familia, el dinero, las cuentas y otras responsabilidades hacen que nuestra mente se mantenga activa durante la noche dificultando el sueño.
También provocan insomnio los cambios en el horario de trabajo o los viajes laborales, ya que hacen que el normal desarrollo de nuestras actividades sea alterado y con ello nuestro descanso. Excederse en la alimentación, especialmente de noche, también provoca insomnio, y si comes en exceso tendrás molestias físicas como acidez estomacal o flujo retrógrado de ácido y comida que harán que te mantengas despierto.
Para vencer al insomnio debemos ingerior alimentos que faciliten un buen descanso. Los plátanos, los huevos o la leche, al ser ricos en triptófano, ayudan a conciliar el sueño. Bañarse con agua caliente antes de dormir también es bueno. Se recomienda que el baño dure diez minutos. Esto ayuda a ejercer una acción sedante en el sistema nervioso.
EL DATO
El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la reducción de la capacidad para dormir y es muy frecuente en la población. Éste puede presentarse de dos formas: insomnio de inicio, que es el problema para conciliar el sueño en menos de 30 minutos; y el insomnio de mantenimiento, que es la dificultad para mantenerse dormido produciéndose despertares nocturnos de 30 minutos o despertando definitivamente de
un momento a otro.