Después de un tiempo en tu centro laboral es normal sentir que ya no produces igual. Tal vez la rutina, el ambiente laboral o alguna molestia son las causas que no te dejan dar lo mejor de ti. Entonces el trabajo se vuelve pesado. Puedes despejar esa sensación pensando hasta dónde quieres llegar profesionalmente, pero, sobre todo, al saber si estás apto para adquirir nuevas experiencias que te ayudarán a aumentar tus conocimientos.

Quizá un ‘nuevo aire’ para mejorar tu productividad –y así lograr acabar con los deberes dentro del horario establecido, de manera que puedas descansar o dedicarle tiempo a tus hobbies o a cualquier otra práctica artística o deportiva– se pueda lograr con las siguientes sugerencias:

• Capacítate. Indaga cuáles son las tendencias y necesidades de tu área laboral, para saber qué tipo de estudios o talleres puedes llevar.

• Conoce más de ti. Trata de solicitar un ‘feedback’ sobre tu desempeño para que puedas mejorar aquello que está ‘flojo’. Es recomendable escuchar la opinión de los demás, es una gran ayuda.

• Involúcrate. Participa de manera activa en eventos de tu área como cumpleaños y salidas en grupo para conectarte con tus compañeros. Así conocerás más a esas personas con las que pasas varias horas al día.

• Exprésate. Da tu opinión cuando te la pidan o lo consideres necesario, así demostrarás que posees un nivel de creatividad que se incrementará al estar en constante operatividad.

• Nuevos retos. Involúcrate en proyectos que mantengan tu productividad e ingenio al máximo. Los retos que te plantees te ayudarán a ponerte a prueba y a mantener o mejorar tu desempeño profesional.