En la década de los noventa, Clara Elena Laborín Archuleta fue la mujer más aclamada de Sonora por su belleza y carisma, después de ser coronada como Miss. Laborín aspiraba ser una mujer de sociedad, pero terminó convirtiéndose en la cabecilla de una de las organizaciones más despiadadas y feroces del mundo: el cártel Beltrán Leyva.

Clara Elena pasó toda su infancia y juventud en la ciudad fronteriza de Agua Prieta (Sonora), lugar que se hizo popular por el incremento vertiginoso de ejecuciones y enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.

Su vida rodeada de glamour tuvo un vuelco radical cuando se enamoró y se convirtió en la esposa de Héctor Beltrán Leyva, un narcotraficante que integraba el cártel de Sinaloa, dirigida en ese entonces por Joaquín Guzmán, alias ‘El Chapo’.

‘La Señora’, como era llamada en la organización criminal, era un trofeo de su esposo, un artículo de lujo. En el 2008, Héctor Beltrán rompió lazos con el cártel de Sinaloa porque su hermano Alfredo fue detenido por los militares mexicanos y acusó al ‘Chapo’ de traición. Tras su salida de la banda, decidió formar su propia organización.

Clara Elena quien se había ganado el respeto de sus compinches pasó a tomar las riendas de la organización después de que se pensara que podría dividirse en una lucha por el poder. Pero antes de ese episodio, ya había estado metida en otros negocios.

Por sus contactos con el mundo de la televisión, se alió con el ex conductor de televisión y representante artístico Guillermo Ocaña, quien en el 2010 fue arrestado por lavado de dinero. Con él organizó numerosos eventos para promocionar su negocio de terapias acuáticas.

El 15 de septiembre del 2016, ‘La Señora’ fue detenida en Hermosillo (Sonora) en un operativo conjunto entre la Policía Federal y la Procuraduría General de la República. Cayó con posesión de clorhidrato de cocaína y básculas grameras. La captura de la señora Laborín es, para las autoridades, el golpe que pulverizó al cártel de los Beltrán Leyva.