La arriesgada jugada del presidente
Agencias / Cortesía | 9/20/2018, 9 a.m.
Diversas encuestas locales y de nivel nacional indican que los candidatos Demócratas (y sus propuestas) ganan día-a-día la simpatía y el apoyo de los votantes en diversas ciudades y Estados de la Unión. La tendencia es creciente incluso en Texas, donde la brecha de intención de voto entre Beto O’Rourke y Ted Cruz es de solo nueve puntos porcentuales a menos de mes y medio para los próximos comicios.
Consciente de que el Partido Republicano podría perder escaños en las elecciones legislativas del 6 de noviembre, el presidente Donald Trump hizo una jugada política de alto riesgo: acusó a China de querer interferir en las elecciones legislativas.
EL DATO
Según las últimas encuestas realizadas por NBC News/Marist la guerra comercial, un pilar de la política de Donald Trump, es algo impopular en seis estados clave: Illinois, Tennessee, Missouri, Pensilvania, Indiana y Texas.
“China ha declarado abiertamente que están tratando activamente de impactar y de cambiar nuestras elecciones atacando a nuestros agricultores y trabajadores industriales por su lealtad a mí. China ha estado aprovechándose de Estados Unidos en materia comercial durante muchos años. Ellos también saben que yo soy quien sabe cómo detener esto”, escribió Donald Trump en su cuenta de Twitter.
Esta inusitada acusación de interferencia electoral se sumó al anuncio de que Estados Unidos impondrá nuevos aranceles a las importaciones desde China por 200 mil millones de dólares (a los que Beijing respondió con 60 mil millones de dólares anuales como represalia).
La salva de gravámenes que impuso China (en respuesta a la guerra comercial iniciada por Donald Trump) golpeó de lleno a la producción agropecuaria de este país, con aranceles para la carne de cerdo y la soja, producidos en Illinois, Kansas y Minnesota, Estados que el Partido Republicano podría perder en las elecciones de noviembre.