La lucha contra el lupus en el Centro de Texas


REDACCION EL MUNDO | 9/13/2018, midnight
La lucha contra el lupus en el Centro de Texas
Amor. Pese a sus tratamientos mensuales, Marispy Fitzpatrick lucha por llevar una vida normal al lado de sus dos hijas. |

El lupus es una enfermedad que no tiene cura y afecta a las personas de diferentes maneras. Se estima que solo en Estados Unidos los afectados serían 1.5 millones de personas.

El DATO

Comuníquese al (210) 651-9480 si desea preguntar por los grupos de apoyo para pacientes con lupus del Lupus Foundation Of America Lone Star Chapter.

DEBE SABERLO

Si tiene alguna consulta sobre el lupus, envíe un correo electrónico a info@lupustexas.org… información en www.lupus.org.

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Christy Munson, Directora de Servicios de Lupus Foundation Lonestar Chapter junto a Marispy Fitzpatrick.

DÓNDE

Lupus Foundation Of America Lone Star Chapter, en el 6800 Park Ten Blvd., #127, en San Antonio (TX 78213).

El lupus afecta el sistema inmunológico, los músculos y las articulaciones, y puede dañar igualmente la piel, los riñones, pulmones y otros órganos. Esta afección, que la padecen, mayoritariamente, las mujeres, puede aparecer a cualquier edad. La detección precoz y su diagnóstico son claves para aumentar la supervivencia y la calidad de vida del afectado.

“En el 2009, a los pocos días de que nació mi primera niña, empecé a tener dolores en las articulaciones, sobre todo en mis manos, mi codo y mi espalda”, comenta para El Mundo Newspaper, Marispy Fitzpatrick, quien tras dar a luz consultó con varios doctores para encontrar una respuesta a sus dolores. Con solo 27 años fue diagnosticada de lupus.

En el caso de Marispy, la lupus afectó sus articulaciones y su sangre, lo cual ocasionó que se formaran coágulos en sus venas y arterias. Por eso debe tomar medicamentos que ‘adelgacen’ la sangre por el resto de su vida.

Cuando Marispy fue diagnosticada de lupus no existía la medicina adecuada para tratar su condición, por lo que utilizaba tratamientos complementarios que no tenían impacto directo en la enfermedad. Recién en el 2010 fue aprobada una medicina que la ayuda a mantenerse estable.

El día-a-día de Marispy transcurre con normalidad hasta que siente los efectos secundarios de las medicinas, que por lo general son dolores de estómago. Para complementar su tratamiento, Marispy se somete a un tipo de quimioterapia intravenoso cuyas sesiones duran dos horas, cada cuatro semanas.

“Las muertes provocadas por el lupus se dan por complicaciones en los riñones, esa es la causa número uno de muertes por esta enfermedad”, cuenta Marispy.

En búsqueda de grupos de apoyo para la comunidad de Austin, Marispy se involucró con la Lupus Foundation of America, y ahora es la coordinadora de grupos de apoyo de esa organización. Cada mes el grupo se junta en diferentes localidades con todo tipo de pacientes. Por: Alejandro ‘TICO’ Mendoza

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