Las mujeres, muy críticas con el presidente Donald Trump, han impulsado el avance electoral de los Demócratas, consiguiendo recuperar el control de la Cámara de los Representantes.

Las victorias más destacadas son las que lograron mujeres de las minorías: la neoyorquina de origen puertorriqueño Alexandria Ocasio-Cortez (29) se ha convertido en la congresista más joven de la historia de este país, y es un claro símbolo del empuje de las mujeres y de los jóvenes votantes. Verónica Escobar y Sylvia García comparten el honor de ser las primeras hispanas en representar a Texas en el Congreso; mientras que Debbie Murcasel-Powell, de origen ecuatoriano, dio una de las grandes sorpresas al imponerse a su rival en Florida con más del 50% de los votos.

Otras mujeres destacadas que llegan por primera vez a la Cámara de Representantes son Ilhan Omar, nacida en Somalia en 1981, y Rashida Tlaib, hija de inmigrantes palestinos. Ambas son las primeras musulmanas en el Congreso. Además, dos indígenas se sentarán por primera vez en la Cámara de Representantes: Deb Haaland (Nuevo México) y Sharice Davids (Kansas), quien también será la primera legisladora abiertamente homosexual en el Parlamento. A ellas se suma la Republicana Marsha Blackburn, primera mujer senadora en la historia de Tennessee.

En las primeras elecciones de Estados Unidos tras el nacimiento del movimiento #MeToo, son varias las mujeres que han roto el techo de cristal y han alcanzado importantes cargos públicos.