Los medicamentos son caros, y cuando surge una escasez, algunas personas se sienten tentadas a usar fármacos con fechas caducadas. Después de todo, una pastilla que puede usarse hasta el 31 de mayo sigue siendo útil el 1 de junio. La fecha de expiración, generalmente uno o dos años después de la ‘fecha de manufactura’, simplemente indica el tiempo que el fabricante probó la estabilidad del fármaco al exponerlo a temperaturas extremas, humedad y luz. Las compañías farmacéuticas proponen el período de expiración cuando piden aprobación a los reguladores para venderlos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomienda que la gente no tome medicamentos caducados, y advierte que podrían no tener el efecto deseado, o ser dañinos, especialmente en personas con enfermedades graves. Aún así, mucha gente, incluso doctores, usan medicamentos vencidos mucho después de la fecha en que expiraron.

¿Qué tan confiables son las fechas de expiración de las pastillas para el dolor o la alergia? No mucho: en este país los medicamentos expirados son desechados de inmediato.

Sin embargo, cuando surge una escasez aguda de algunos medicamentos, la FDA permite que las farmacéuticas extiendan las fechas de expiración si es que tienen información que indique que todavía están en buen estado. Eso ocurrió este año con la escasez de solución salina para hospitales, así como con un fármaco contra convulsiones el año pasado (2017) y durante la escasez de Tamiflu en el 2013.

Varias organizaciones médicas han exhortado a la FDA a que extienda las fechas de expiración, pero la agencia federal ha dicho que no está segura de tener la autoridad para hacerlo. Recomienda a los fabricantes de medicamentos que hagan eso de manera voluntaria, pero las empresas tienen pocos incentivos financieros para realizarlo.