Recientemente, el Fiscal General, Jeff Sessions, reiteró que, en la política migratoria de ‘tolerancia cero’ a la inmigración indocumentada de la Administración Trump, las familias que ingresen ilegalmente al país serán separadas.

Para las organizaciones proinmigrantes de todo el país, la separación de familias se ha convertido en una estrategia del Gobierno Federal para disuadir la llegada de más indocumentados a este país. Según el diario The New York Times, alrededor de setescientos niños fueron separados de sus padres en estaciones fronterizas desde octubre de 2017; cien de ellos menores de cuatro años.

Sin embargo, Tyler Houton, del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), lo niega: “No existe una política de separar familias en la frontera con propósitos disuasorios” y añade: “El DHS tiene la obligación de proteger los mejores intereses de los niños cruzando nuestras fronteras y ocasionalmente esto resulta en separarlos del adulto con el que están viajando si no se puede confirmar una relación parental o si pensamos que el niño está en peligro”.

El Gobierno Federal alertó de un incremento en el número de detenciones de indocumentados en la frontera: 90,033 entre enero y marzo de este año, frente a los 62,525 en el mismo período del 2017.