México define su juego
Agencias / Cortesía | 5/3/2018, midnight
El proceso del colombiano Juan Carlos Osorio con la selección de México inició el 14 de octubre del 2015. Durante todo este tiempo, el DT sudamericano ha sido cuestionado ácidamente por la prensa deportiva mexicana debido a su forma de trabajar con el equipo nacional.
Osorio ha repetido oncenas pocas veces: confía mucho en las rotaciones para no desgastar física y mentalmente a los jugadores. De esa manera, también, podrá evitar lesiones que perjudiquen a los elementos en los que confía. Además de cambiar de protagonistas de un juego a otro, Osorio varía de sistema táctico (quizás el más usado sea el 1-4-3-3); cambia de posición a sus jugadores y adecúa la forma de afrontar un partido pensando (o intuyendo) en cómo lo hará el conjunto rival.
EL DATO
La versatilidad (de jugadores, sistemas y posiciones) es la principal carta de presentación de Mexico para el Mundial Rusia 2018. La agresividad, voluntad, organización de los volantes y defensores es otro sello del seleccionador colombiano. La inventiva para los atacantes. El hambre de gloria para toda la plantilla.
A lo largo de todo este tiempo, Osorio ha brindado confianza a los futbolistas, principalmente a quienes juegan en el extranjero. Las variantes las encontró entre los mejores de la Liga MX. Solo la portería de la selección mexicana parece tener ‘dueño’: Guillermo Ochoa es el que más confianza genera en Osorio. ‘Memo’ es el más regular y destacado de quienes defienden la playera verde, por encima de Alfredo Talavera, Jesús Corona o Rodolfo Cota.
La defensa
Osorio gusta de la marca zonal, sobre todo cuando coloca cuatro hombres en el fondo. México suele tener superioridad numérica contra los atacantes rivales, ya que cuenta con el apoyo de los medios centrales. El problema es la falta de continuidad de los defensores, ya que provoca fallos en las coberturas, relevos y anticipaciones. La falta de ritmo genera, entre tantos factores negativos, desorden e inconsistencias en el fondo. Ese es el gran problema de la selección.
El medio
Los volantes mexicanos tienen las labores más complicadas. No solo colaboran con los defensores haciendo coberturas, también deben generar juego. La responsabilidad recae en Héctor Herrera y Andrés Guardado. Ambos jugadores aparecen cerca de su área, defendiendo, recuperando balones y, gracias a su velocidad y precisión, también conectan con los atacantes al desprenderse de su zona por el centro de la cancha, a pura velocidad y potencia; o lanzando pases por el medio, apoyándose con los extremos.
La delantera
Para atacar, Osorio apuesta por extremos veloces, dribleadores, encaradores, atrevidos en el uno-contra-uno. Hombres que sean capaces de ganar esos duelos y, entre otras cosas, llegar a la banda para lanzar centros o, en todo caso, aprovechar la improvisación para hacer daño.
De acuerdo a la cantidad de defensores o la dificultad del equipo, el entrenador de México usará dos hombres en punta (uno saldrá del área para colaborar con el juego y otro entre los centrales) o un centrodelantero, quien también peleará contra los zagueros rivales y buscará ganar la espalda cuando el oponente adelante las líneas