La Patrulla Fronteriza reportó una caída de 40% en aprehensión fronteriza durante el año fiscal 2017 (de octubre de 2016 a septiembre de 2017). La reducción se ha atribuido a menos personas intentando cruzar ilegalmente como resultado de la dura retórica y políticas de inmigración de la Administración Trump.

Sin embargo, aunque ha disminuido la cifra de inmigrantes indocumentados que intentaron cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos el año pasado, son más los que han muerto en el camino, especialmente en Texas, donde las fuertes lluvias y las inundaciones pueden haber exacerbado los peligros, según un informe reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas.

El número de inmigrantes que murieron a lo largo de la frontera texana creció un 26%, el aumento más pronunciado en la Nación a lo largo de la frontera sur. La OIM advirtió que el territorio texano es ‘área de preocupación particular’ por las 191 muertes registradas el año pasado (2017) en comparación a las 151 del 2016.

La cantidad real de inmigrantes que mueren cruzando la frontera es imposible de saber. Muchos cadáveres nunca se encuentran y las familias con frecuencia no saben cómo o dónde preguntar cuando uno de sus parientes desaparece.