Para millones de latinos, Estados Unidos es el lugar ideal para establecerse, encontrar un trabajo que les permita llevar una mejor vida y desarrollarse como personas. Muchos, ya establecidos, forman familias. Otros, optan por enviar dinero a sus seres queridos para ayudarlos a salir de la escasez y de cualquier apremio.

Del total de inmigrantes latinos que viven en este país, alrededor de cincuenta millones, según las cifras más recientes de la Oficina del Censo, al menos diez millones serían indocumentados. Todas esas personas son el objetivo inmediato de la Administración Trump, una cacería anunciada y ejecutada como no se ha registrado antes en ninguna otra gestión.

Texas, el segundo Estado de la Unión con más población latina (documentada o no), se ha convertido en un territorio hostil para quienes no tienen el estatus legal adecuado para estar aquí. La vigencia plena de los puntos más controvertidos de la ley SB4, por su tufo antiinmigrante, amenaza la estabilidad familiar y emocional de cientos de miles en todo el territorio texano. Aquí el problema es más serio que en otros lugares porque, además de los esfuerzos del Gobierno Federal por erradicar la inmigración ilegal, el gobierno estatal es igual o más entusiasta que la Administración Trump.

Es por todos conocidos que el Immigration and Customs Enforcement (ICE) realiza operativos en todo el país, especialmente en las zonas donde se registra mayor presencia de población latina. En California, por ejemplo, se detiene a más de cien indocumentados por semana en allanamientos a centros laborales y complejos residenciales. La SB4 ‘legaliza’ esta persecución en Texas. La ‘normaliza’.

Con el ICE en constante actividad y la SB4 en full efecto, las detenciones de indocumentados se darán en cualquier momento. Al cierre de esta edición, no se han registrado capturas espectaculares, pero la posibilidad es latente. Es por eso que activistas, organizaciones proiinmigrantes, oficinas consulares y abogados especializados en leyes migratorias sugieren a la población vulnerable a ser perjudicada por estos operativos, que conozcan cuáles son sus derechos y las acciones que deben tomar si son detenidos. Las recomendaciones son repetitivas, quizá, pero necesarias para saber cómo reaccionar ante esa desagradable eventualidad.

Prepárate

• Lo primero que debe hacer una persona indocumentada es elaborar un plan de emergencia, y más si sus hijos nacieron en este país. Es indispensable tener a la mano copias de los documentos más importantes: las partidas de nacimiento y las tarjetas del Seguro Social, por ejemplo.

• Si las autoridades llegan a su casa, no se altere ni intente escapar. Tampoco revele su estado migratorio. Usted tiene el derecho de solicitar a los oficiales que muestren su orden de arresto (que debe tener la firma de un juez), y si no la tienen se les puede negar la entrada.

• Si los agentes del ICE ingresaron a su hogar sin una orden de arresto, pídeles que se identifiquen. Recuerda dar tu verdadero nombre y no mentir sobre tu identidad real ni mostrar documentos falsos. Si prefieres, puedes optar por el silencio. Diles: ‘I want to remain silent’ y calla. No respondas nada más.

• Si todo empeora y eres arrestado, debes solicitar un abogado. Al decir esto, el agente del ICE que te detuvo debe suspender el interrogatorio, ya que es ilegal que te interroguen sin la presencia de un abogado y sin tu consentimiento.

• Es importante que no firmes ningún tipo de documento si no lo entiende; además puedes realizar una llamada telefónica, así que debes memorizar un número de emergencia para estos casos.