El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) ejecuta con rigurosidad la Operación Janus, un plan que inició la Administración Obama en 2011, que tiene el objetivo de ubicar a inmigrantes que habrían cometido fraude para obtener la ciudadanía o la Residencia Legal Permanente.

Al menos 315,000 inmigrantes podrían estar en ese grupo, una cifra consideraba ‘baja’ si se contempla que anualmente Estados Unidos da la bienvenida a casi 700,000 ciudadanos.

Aún así, el Departamento de Justicia (DOJ), la Oficina del Inspector General y el Departamento de Seguridad Nacional exigieron el uso minucioso del Sistema de Identificación Biométrica Automatizada (IDENT) para filtrar a los individuos que cometen fraude de aquellos que siguen las reglas establecidas.

El resultado es alarmante. A partir de abril del 2017, al menos 9,389 extranjeros obtuvieron beneficios migratorios, pero tenían múltiples identidades. Además, hasta el cierre de esta edición se ha determinado que 2,536 casos de naturalización requieren una revisión en profundidad para una posible revocación de la ciudadanía; de ese total, 95 casos han sido remitidos formalmente al DOJ.