La gran prensa contraataca
REDACCION EL MUNDO | 7/19/2018, midnight
Los grandes medios de prensa de este país, han formado alianzas con importantes empresas tecnológicas y de redes sociales, redoblando sus esfuerzos en la verificación de noticias para impulsar un periodismo apoyado en hechos concretos y constatables. Pero la tarea es difícil por los constantes ataques del presidente Donald Trump y de otras personalidades, que califican cualquier cosa que no les favorece como ‘fake news’.
EL DATO
Una encuesta del Pew Research Center del año pasado encontró que 23% de los estadounidenses dijeron haber compartido historias a partir de noticias falsas, y casi la mitad de éstos confesaron que sabían que la historia era falsa.
DEBE SABERLO
Las redes sociales son agentes de difusión de las ‘fake news’ porque ofrecen un medio sencillo para que quienes no son periodistas puedan burlar a éstos, publicando cualquier cosa, sin importar lo parcializada o directamente falsa que pueda ser la ‘noticia’.
Las noticias falsas son tan viejas como el periodismo mismo, pero en los años recientes los medios de prensa con mayor reputación han adquirido el rol de ‘centinelas’ de la información confiable. Esta labor se aceleró como consecuencia del cambiante mundo de Internet, donde los rumores y la información falsa se vuelven virales, muchas veces con resultados trágicos.
Empresas tecnológicas como Apple, Google, Snapchat, Twitter y, sobre todo, Facebook, han tomado para sí muchas de las funciones de los medios noticiosos, convirtiéndose en piezas clave en el mundo de las noticias. Afortunadamente, estas firmas han redoblado sus esfuerzos para identificar las noticias falsas y para impulsar historias que vienen de fuentes confiables.
Varios estudios han demostrado que las noticias falsas, más sensacionales e impactantes que las verdaderas, se extienden mucho más rápido por Internet por la forma como las redes sociales priorizan ‘la viralidad’. En este grupo, las noticias políticas falsas se extendieron más, alcanzaron a mayor cantidad de personas y se hicieron más virales que ninguna otra categoría de información.
La velocidad y la escala a las que un contenido ‘se viraliza’ crece de manera exponencial, sin importar si la información es verdadera o no. El gran detalle está en que muchos usuarios de Internet no saben distinguir noticias falsas de verdaderas, lo que hace que el papel de los grandes medios noticiosos sea muy importante. He ahí que las falsedades de Donald Trump etiquetando a reconocidos medios como ‘fake news’ son tan dañinas.
En Estados Unidos la prensa goza de protección constitucional, pero algunas personas advierten que las consecuencias de los ataques de Trump ya se empiezan a ver. A finales del 2016 un pistolero efectuó varios disparos en una pizzería de Washington porque creía que ese lugar era la base de una red de proxenetas que utilizaba niños y en la que estaba involucrada Hillary Clinton. El tirador lo leyó en Internet. Y no olvidemos que alguna vez, 51% de los votantes Republicanos creyeron que el expresidente Barack Obama nació en Kenia.
Otro ejemplo en un caso más reciente. Luego del tiroteo mortal en la sala de redacción de un periódico en Annapolis (Maryland), la reconocida periodista Jennifer Rubin del Washington Post afirmó en entrevista con HBO que la postura de Trump preparaba el terreno para la violencia contra los medios: “Él dice que somos los enemigos del pueblo, nos acusa de antipatriotas, de no amar nuestro país. ¿Y todavía nos sorprendemos de que alguien tome un arma y nos mate?”.