Las bajas temperaturas ocasionan el aumento de las gripes y de los procesos virales y con ello aumenta también el consumo de antibióticos sin receta para curar esa gripe, dolor de garganta o cualquier otro malestar.

En la comunidad hispana es muy común la automedicación, pero la mayoría ignora que esta mala práctica puede causarle hasta la muerte.

El uso indiscriminado y excesivo de antibióticos para tratar enfermedades no necesariamente infecciosas puede desencadenar lo que se conoce como resistencia bacteriana, que es la capacidad que adquieren los gérmenes para defenderse del uso de un antibiótico.

La resistencia bacteriana se produce por el exceso de antibióticos y está relacionado con el no completar los tratamientos, con la elección inadecuada del medicamento o con utilizar los antibióticos en dosis o intervalos inadecuados. Esto puede generar infecciones que no responden a los tratamientos habituales, lo que constituye un grave riesgo para la vida y la salud de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que al menos el 50% de las prescripciones de antibióticos es inadecuada y puede causar desde la pérdida de herramientas para manejar infecciones, hasta el aumento del tiempo de hospitalizaciones, el aumento del costo del tratamiento médico y en los peores casos la muerte.