La postura de la Administración Trump sobre la inmigración y un mayor enfoque en las deportaciones tiene a los agricultores preocupados por la posibilidad de no poder encontrar trabajadores para cosechar sus cultivos. Es uno de los pocos temas clave, junto con el comercio, que van en contra de los intereses de todos los miembros de la Farm Bureau Federation. Alrededor de un cuarto de la mano de obra agrícola estadounidense (más de 300,000 personas) no tienen documentos de inmigración válidos, según una encuesta de 2009 del Pew Hispanic Center. Diversos estudios sugieren que el número puede ser de más de un millón (el 70% de todos los trabajadores de esa industria). La política enfocada en cerrar la frontera sur podría desplazar el 61% de la producción de fruta de Estados Unidos a otros países y enviar trabajos a naciones cercanas como México.