En los últimos meses, el presidente Donald Trump ha criticado con dureza lo que llama ‘inmigración en cadena’, que es el proceso de reunificación familiar, vigente desde 1965, año en que se aprobó la Ley de Inmigración y Nacionalidad, bajo la cual se otorgan 480,000 visas anuales para los familiares de los extranjeros con residencia permanente y sin ningún límite para quienes tienen vínculos con ciudadanos estadounidenses.

La reunificación familiar ha contribuido a que casi 14 millones de inmigrantes se establezcan en este país entre 2006 y 2016. El aumento en la llegada de inmigrantes fue mayor entre aquellos que provienen de Centroamérica, con una subida del 132%, Sudamérica (114%), el Caribe (64%) y Oriente Medio y el sur de Asia (ambos con el 52%).

Para la Administración Trump, estas cifras tienen profundas implicaciones en las escuelas, en los contribuyentes y en los trabajadores estadounidenses, así como en la cultura y en la seguridad nacional. Por esos motivos es que el presidente quiere limitar el número de visas para estas personas, que en casos como los de México, India y las Filipinas, deben esperar décadas para obtenerlas.

Como consecuencia de esto, la American Immigration Lawyers Association (AILA) reportó que sus miembros han notado un incremento en las consultas sobre estas peticiones, antes de que el Gobierno Federal decida hacer cambios drásticos.

LA CIFRA

Según cifras de la Casa Blanca, en la actualidad 65% de los permisos de residencia que se otorgan cada año obedecen a vínculos familiares. Lo que en la última década ha significado el ingreso de 9.3 millones de personas por esta vía.