En respuesta a la presión ciudadana, el presidente Donald Trump dio un pequeño paso hacia un posible refuerzo del control de la venta de armas al respaldar un proyecto de ley sobre el tema. Este es un cambio de postura del mandatario quien durante un año fue siempre reservado cada vez que se registró un tiroteo en este país.

Trump hizo una leve concesión a quienes han clamado por un mayor control del armamento a raíz del tiroteo que dejó 17 muertos en una escuela secundaria de Parkland (Florida). Lo hizo al apoyar un proyecto de ley presentado en noviembre por el Senador Republicano John Cornyn y el Demócrata Chris Murphy, que tendría un alcance limitado porque, de ser aprobado en el Congreso y promulgado por Trump, solo aumentaría la eficacia del Sistema Nacional Instantáneo de Verificación de Antecedentes Criminales (NICS), utilizado por el FBI para comprobar en cuestión de minutos si alguien que solicita comprar un arma ha cometido algún delito.

Esa base de datos está incompleta, porque algunos Estados de la Unión y agencias federales no cumplen el requisito de informar al NICS cuando condenan a un sospechoso de un crimen.

Este anuncio no supone una traición a la National Rifle Association (NRA), dado que ese grupo aseguró en noviembre que no se oponía al proyecto de ley de Cornyn y Murphy.

El apoyo de Trump podría generar un impulso para ese proyecto de ley, que muchos expertos consideran el único capaz de salir adelante en el actual Congreso de la Unión, controlado por los Republicanos.

EL DATO

La Administración Trump solo ha tomado una medida relacionada con las armas: la firma, hace un año, de una ley que suspendía una regulación del expresidente Barack Obama para impedir que las personas con problemas mentales puedan acceder a la compra de armamento.