La dominación y la pelea de egos son actitudes bastante comunes en las relaciones de pareja que casi nunca terminan bien

El hecho de que sean distintos no le da al hombre o a la mujer el derecho de imponer cosas sobre la otra persona. Poco a poco, el hecho de querer tener el control de todo en cada situación, irá deteriorando el amor. Si no deseas que suceda algo similar en tu relación, compartimos las siguientes sugerencias para que evites un conflicto permanente.

• Comunicación constante. Mantener una conversación frecuente con tu pareja te ayudará a conocerlo mejor y a comprender sus motivaciones. Se trata de un trabajo en equipo para corregir los errores que tiene cada uno y, sobre todo, llegar a un acuerdo para eliminar aquello que les incomoda.

• No caer en la victimización. Muchas veces, para no perder el dominio de la relación, se cae en la victimización. De forma muy sutil, reclamará algunas cosas hasta que de pronto, un día, verás recortada tu libertad. Es fundamental no creer siempre esta clase de maniobras de tu pareja y encararla para que no sucede de nuevo.

• No autocastigarse. Si incurres en sentirte mal por un agravio y crees todo lo ofensivo que te hayan podido decir, serás víctima de un chantaje emocional. Ante tal escenario, solo debes fortalecerte y creer en ti para que una situación similar no ocurra de nuevo. No es bueno caer en el juego de poder.

• Ceder. Si, en un punto de la relación, todo se volvió una lucha constante y diaria, lo mejor es que cualquiera de los dos ceda por un momento para conversar y arreglar las cosas. Es el primer paso para restablecer el equilibrio con tu pareja.

• Prestar atención a sus actitudes. Si los dos tienen un carácter fuerte es más probable que choquen frecuentemente por cosas bastante secundarias. En ese caso, es necesario advertir cuáles son los signos previos al estallido y atacar precisamente cuando están relajados para dar solución al tema y conversar.