Un Super Bowl sin Tom Brady era difícil de creer, pero fue una posibilidad. Sin embargo, el mariscal de campo de los New England Patriots sí podrá jugar. Como se recuerda, el quaterback recibió 12 puntos de sutura en su mano derecha (con la que lanza) después de que en un entrenamiento se hirió con el broche del casco de uno de sus compañeros de equipo. A pesar de ello, jugó lesionado contra los Jacksonville Jaguars por el título de la Conferencia Nacional.

Su equipo consiguió la victoria y el derecho de jugar en el Super Bowl, que marcará la octava aparición en su carrera profesional en el partido final de la NFL, que se realizará el domingo 4 de febrero ante los Eagles en el U.S. Bank Stadium, casa de los Vikings de Minnesota.

Quien no podrá participar de la gran final es su compañero de equipo, el ala cerrada Rob Gronkowski, quien al cierre de esta edición seguía dentro de la lista de lesionados debido a una conmoción cerebral.