‘La More’ y su éxito ejemplar
Salvador Munguia | 2/1/2018, midnight
Quizá el nombre María del Carmen García no les dice nada, pero esta talentosa mujer dirige un conocido restaurant de comida tradicional mexicana que se destaca por sus exquisitos platillos. Se trata de Taco More.
Persiguiendo el sueño americano, María del Carmen cruzó de manera ilegal la frontera entre Estados Unidos y México en 1985, dejando atrás la ciudad que la vio nacer: Cuernavaca (Morelos). Con estudios profesionales de enfermería, ‘La More’, como le dicen de cariño, se instaló en Austin desde entonces, iniciando una nueva vida llena sacrificios pero también de grandes logros y satisfacciones.
El nombre de esta incansable mujer, madre ejemplar, esposa admirable y empresaria triunfadora, está siempre ligado al éxito. Cada vez que se propuso algo, lo logró. Muchos recordamos su incursión en la industria del entretenimiento, como dueña de los nightclubs ‘La Pasadita’ y ‘Mambo King’, que en su momento fue el mejor del Centro de Texas, y por el cual desfilaron artistas de la talla de Oscar de León, Grupo Niche, Aterciopelados, Enanitos Verdes, Inspector, Los Ángeles Negros, entre otros grandes exponentes de la música latina. Hasta el puertorriqueño Nicky Jam, antes de la fama que tiene hoy, ofreció un concierto en este lugar.
Con el paso del tiempo, ‘La More’ se ha convertido en una mujer fuerte, emprendedora y con un gran corazón, que no solo se dedica a sus empresas sino que también realiza trabajo comunitario apoyando constantemente tanto al Consulado General de México en Austin como a diversas organizaciones que, por ejemplo, ayudan a los niños con cáncer, a la gente con capacidades especiales y las personas de la tercera edad, entre otras instituciones sin fines de lucro. Hay mucho que aprender de ‘La More’, por eso El Mundo Newspaper conversó con ella, para hablar de sus experiencias desde que llegó a la Unión Americana.
¿Cómo fueron tus primeros meses en esta ciudad?
Mi primer trabajo fue como camarera en el Hotel Mansión; de ahí pasé a la construcción, quitando el cemento de las ventanas. Posteriormente inicié mi propia compañía de limpieza y remodelación de casas, pero por los químicos que se usan en estas actividades enfermé de los bronquios.
¿Qué te impulsó hacia el negocio de la comida?
Pensé que era bueno seguir con la tradición familiar de la comida, ya que en Cuernavaca teníamos una pozolería donde vendíamos pancita, tacos, tostadas y gorditas. Por eso en el 2001 decidí poner una ‘trailita’ por donde están los apartamentos de ‘La Maldita’, ubicada entre la Hwy. 183 y la Payton Gin Rd., a un lado de donde hoy se encuentra el ‘dealer’ de autos usados Long Motors.
¿Cuál fue la respuesta de la gente?
Buena, porque a la gente le gustó el consomé y los tacos de chivo que preparamos; pero recuerdo que la policía, en el transcurso de cuatro meses, llegó dos veces y no solo nos retiró de ahí sino que nos tiró toda la comida, argumentando, la primera vez, que no era área comercial y la segunda porque, según ellos, la gerencia de la sucursal del Bank of America se quejó de que a la ‘traila’ llegaban ‘muchos ilegales’.
Esa debió ser una experiencia muy dura. ¿Qué te hizo seguir adelante?
Claro. Pasé muchas noches pensando si valían la pena los sacrificios y los sufrimientos para ser alguien de bien en este país, o si mejor era regresar a mi tierra, que tanto extrañaba; pero quise demostrar que los latinos también podemos lograr hacer realidad nuestros sueños.
¿Qué te ha dado este trabajo?
Muchas satisfacciones. Nunca esperé tanto cariño de la gente que viene a comer aquí. Ahora nuestro consomé y tacos de chivo también lo piden los chinos, árabes, anglos y afroamericanos, entre otros clientes, que nos visitan con frecuencia.
¿Cómo es un día tuyo?
Normalmente, inicio mi día a las cinco de la mañana para concluir a las dos de la madrugada más o menos. Esto es así los siete días de la semana. Este sacrificio lo hago para darles una carrera profesional a mis tres hijo: Oscar, que es licenciado en Administración de Empresas; ‘Pillíno’ que estudió Justicia Criminal e Ingeniería Automotriz; y Jonathan, que estudió Justicia Criminal y es licenciado de Administración de Empresas Internacionales. De los tres estoy muy orgullosa.
¿Y después de todo esto qué sigue?
Nos metimos en los bienes y raíces. Estamos también por arrancar una fábrica de dulces mexicanos en Monterrey (Nuevo León) con la idea de traerlos aquí (Estados Unidos); además de que, próximamente, abriremos un nuevo restaurante en Austin.
También comenzaremos a hacer negocios en los principales centros comerciales de Texas, les ofreceremos nuestra propia marca de salsa de cacahuate. Por último, estoy preparando una sorpresa literaria que espero esté lista a mediados de este año.
Un consejo para la gente que recién llega a este país y a esta ciudad.
Les diría que no desistan, que soñando y trabajando se puede llegar a lograr lo que se quiere.
EL DATO
Taco More es fuente de ingresos para sesenta familias. El negocio se ha extendido a tres localidades, dos en Austin y una en Round Rock. En las tres se puede disfrutar de una atractiva carta de 32 platillos diferentes.
DEBE SABER
En esta singular historia de superacion familiar, destaca la vision futurista como empresario de su esposo Efraín Arellano, pieza fundamental en todos los proyectos que juntos con amor, esfuerzo y dedicacion han construido.