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Muerte lenta y dolorosa de reos especiales


Agencias / Cortesía | 8/30/2018, midnight
Muerte lenta y dolorosa de reos especiales
A SU SUERTE. En total, 284 internos que viven en las cárceles federales de México padecen de alguna discapacidad mental. |

Según datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, en México, al menos 284 internos sufren de discapacidad mental y a causa de la poca información que manejan los agentes penitenciarios es que este grupo de discapacitados sufren de castigos por sus ‘rebeldías’ que más bien son actos naturales propios de sus padecimientos.

DEBE SABERLO

De los 17 centros penitenciarios federales de los que se tiene información, tres no cuentan con espacios para la atención médica y sicológica de los internos, y seis sólo tienen un área enfocada en medicina general, pero sin poner atención a cuidados sicológicos.

EL DATO

Alrededor del 20% de los presos con problemas mentales tiene crisis de ansiedad, trastornos sicóticos y de personalidad. Solo cinco padecen de esquizofrenia.

En 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reveló que, en todo el sistema penitenciario, federal y estatal, hay más de 4,000 reos con discapacidad mental; la mayoría sin atención especializada. Esquizofrenia, ansiedad y retraso mental son las enfermedades más comunes, pero en 8 de cada 10 casos las autoridades no tienen un diagnóstico.

De los 284 reos con discapacidad mental en el ámbito federal, casi la mitad está en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi), que es uno de los tres del sistema enfocados al cuidado de esta población, pero 128 reos en cárceles federales corren la peor suerte.

Esta población tiene una doble condena. La falta de recursos los pone en una situación más vulnerable y la prisión les da una escapatoria a las familias que muchas veces los abandonan por su salud mental. En varios casos, a estos reos no les queda otra opción que seguir en la cárcel, aunque su sentencia se haya cumplido; la otra salida es la calle o un hospital psiquiátrico.

En 2017, se tiene el registro de que 103 de los reclusos con discapacidad mental estaban ahí por portación de arma de fuego; entre los más reportados también están los delitos contra la salud y la delincuencia organizada. Aunque los especialistas difieren, en algunos casos, el tipo de discapacidad está relacionado con estas acciones.

En los centros penitenciarios viven bajo un sistema que no tiene la capacidad de brindarles atención digna y afuera, por lo general, los presos sufren el abandono de sus familias. Al final, muchos se quedan como una población destinada a aferrarse a una cárcel en la que son invisibles.

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