Una venezolana para el Concejo de Austin
Marlon Gomez | 8/9/2018, 12:29 p.m.
El próximo 6 de noviembre, la ciudad de Austin regresa a los centros de votación, donde tendrán la responsabilidad de tomar decisiones tan importantes como si desean apoyar la reelección del gobernador Greg Abbott o prefieren un cambio en la gerencia del Estado. Pero estas elecciones también representan la oportunidad de escoger líderes locales que serán parte de la toma de decisiones para el bien de la capital texana durante los próximos cuatro años.
Entre los cargos en juego se encuentra la Alcaldía de Austin, cargo en el que Steve Adler desea continuar. Laura Morrison, Travis Duncan y Alex Strenger son tres decididos líderes locales que han retado a Adler en esta contienda electoral.
Además, cinco de diez Distritos buscarán representación y entre ellos destaca el Distrito 1, uno de los más extensos y diversos, que cobija el Este de la ciudad, desde la Calle 7 hasta la Parmer Lane. Este Distrito es el único de los cinco en juego en el que la actual concejal, Ora Houston, no busca la reelección. Para suceder a Houston candidatean cinco personas. Una de ellas es latina. Su nombre es Mariana Salazar y es de origen venezolano.
Hasta el momento de la redacción de esta nota, cinco personas han inscrito sus candidaturas formalmente mientras que otros aspirantes tendrán la oportunidad de registrarse hasta el 20 de agosto.
EL DATO
Para conocer más de Mariana Salazar visite www.mariana-salazar…
Natasha Harper-Madison, Lewis Conway Jr., Vincent Harding, Reedy Spigner y Mariana Salazar son sus nombres. Tres hombres, dos mujeres. Cuatro afroamericanos, una hispana. Venezolana de origen.
Mariana Salazar prefiere destacar por lo que representa: “Soy una madre trabajadora, que vive en Austin y lucha por sobrevivir enfrentando a las realidades de esta comunidad”. Bajo esa premisa, Mariana espera que los electores del Distrito 1 le den la oportunidad de llevarles su mensaje para que se identifiquen y le den el voto de confianza que genere cambios que beneficien a todos y que hagan de Austin “una ciudad que realmente le de la bienvenida a todos y que brinde oportunidades reales para todos”.
– ¿Por qué decidiste ser candidata en estas elecciones?
– Durante más de diez años en Austin me he dedicado al servicio público y entendí que la mejor forma de servir a la comunidad es a través del cambio de las políticas públicas. Mi deseo es contribuir con más y mejores maneras de ayudar a la comunidad, hacerlo de formas más eficaces y de mayor impacto.
– ¿Te sientes capacitada para asumir el rol de concejal?
– He trabajado (en Texas) dentro de instituciones públicas (Condado y Estado), que se rigen por presupuestos y fechas límite. Y en Venezuela fui organizadora comunitaria. Desde que vivo en Austin he trabajado con diferentes causas, pero es mucho más poderoso poder representar a la comunidad y traducir sus aspiraciones e ideas en algo concreto, que se pueda ejecutar. Es como completar un círculo.
– ¿Qué te hace destacar entre todos los candidatos?
– Soy una madre trabajadora. Tengo dos hijos pequeños, de 5 y 2 años. Mi perspectiva es la de una familia que vive y lucha por sobrevivir en la comunidad y entiendo los retos que las familias promedio enfrentan. Yo tengo que viajar diez millas para ir a un hospital. Es importante que trabajemos por una ciudad que funcione no sólo para quienes vienen a Austin, también para aquellos que ya están arraigados aquí y que han sufrido por los cambios y el crecimiento demográfico.
– También eres la única hispana.
– Soy la única inmigrante. Después de 18 años en este país, con estudios universitarios, grandes esfuerzos por aprender el idioma, hacerme ciudadana y servir a la comunidad, a veces me tratan diferente por cómo me veo o por mi acento. Mi deseo es construir una ciudad que le de la bienvenida a todos: a los migrantes y a las comunidades de color; combatiendo la segregación que ha sufrido el Este de la ciudad. Austin se está volviendo tan costoso para vivir, que cada vez es más difícil para las personas permanecer y arraigarse en un lugar. Si alquilas, la renta se incrementa. Si eres dueño de tu vivienda, los impuestos suben. Esa es una de las razones por las que quiero ser parte de un cambio que permita a las personas permanecer en sus hogares.
– ¿Cuáles son los pilares de tu propuesta?
– Oportunidades económicas, inclusión social y la asequibilidad de vivienda.
– Además de los altos precios de la vivienda, ¿a qué crees que se debe el desplazamiento social?
– Esa es una de las razones por las que me estoy lanzando; creo que podemos ser más intencionales para que las personas puedan quedarse en sus viviendas. Actualmente es difícil encontrar vivienda, escuelas, servicios de salud y cuidado de niños asequible en una misma área. Creo que Austin tiene todo el potencial para ser una ciudad donde la gente tenga acceso a todos los servicios.
– ¿Cómo podemos combatirlo?
– En materia del desplazamiento he seguido el trabajo del Anti-Displacement Task Force (Coalición Anti-Desplazamiento), una organización que busca crear y promover políticas para que las personas puedan quedarse en sus viviendas. Una de las cosas que descubrí es que existen varias exenciones fiscales que permiten a los propietarios reducir sus impuestos. Muchas personas que califican no aplican a esta exención porque no la conocen. Una forma de ayudarlos sería creando una oficina que informe a la comunidad y los ayude a llenar los formularios. La creación de comunidades en las que las personas sean dueñas de las casas, pero no del terreno los ayudaría a reducir los impuestos que pagan anualmente. Ya hay corporaciones desarrollando este tipo de viviendas y podemos promover estas iniciativas.
– ¿Por qué está entre tus prioridades la inclusión?
– Hace unos días fui a una reunión de la Ciudad sobre un tema que afecta a la comunidad y tuve que llevar a mis hijos conmigo. Ofrecían cuidado de niños, que era una persona con cuadernos para pintar. En la sala no había espacio para yo poder estar con el coche de mi niña de 2 años. Tenemos la oportunidad de abrir espacios de discusión en la comunidad y de hacerlos participar a todos. Estoy comprometida a crear oficinas en el Distrito 1, donde se puedan hacer reuniones para acercarnos como comunidad.
– Austin crece exponencialmente, ¿por qué crees que hay necesidad de crear nuevas oportunidades económicas?
– Muchas de las compañías que llegan a la ciudad contratan personal de otros Estados. Es importante crear más oportunidades para los locales. Podemos crear programas de capacitación en áreas como tecnología y salud, que permitan a nuestros jóvenes prepararse. Tenemos oportunidades de apoyar y promover los pequeños negocios; por ejemplo, podríamos pedir a las empresas grandes que contraten pequeñas empresas locales en lugar de hacer contratos con otras empresas de afuera.
– ¿Cuál es tu mayor reto en estas elecciones?
– El mayor reto es darme a conocer. El Distrito 1 es muy amplio: empieza en la Calle 7 y termina en la Parmer Lane; va de la IH-35 hasta la Hwy. 130. Darte a conocer entre 80 mil personas es difícil. Sin embargo, esto es lo que más me emociona porque desde hace dos meses empezamos un ‘trabajo de hormiguita’, visitando hogares de puerta-en-puerta para llevar nuestro mensaje y escuchar las ideas, necesidades y deseos de nuestra comunidad.
Así es Mariana Salazar
Mariana se define como una madre inmigrante, trabajadora y luchadora social. Llegó a Estados Unidos hace 18 años y desde hace 11 vive en Austin. “Desde que llegué a Austin supe que aquí echaría raíces. Aquí me veo envejecer”. Profesionalmente, se graduó Summa Cum Laude en la Ohio Wesleyan University con licenciatura en Economía y Gerencia; también hizo estudios menores en sociología, antropología y psicología. Luego obtuvo una maestría en Políticas Públicas en Princeton University.
En los últimos diez años ha trabajado y formado parte del voluntariado de organizaciones como Urban Roots, America Friends Service Committee, Austin Tan Cerca de la Frontera, Women and Fair Trade Festival y el Sustainable Food Center Programs. Actualmente se desenvuelve como directora de la organización Ending Community Homelessness Coalition (ECHO), que lucha por combatir la indigencia y ayuda a las personas y a las familias en situación de pobreza extrema.
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