Los nuevos aranceles decretados por la Administración Trump afectan a las empresas de este país de dos maneras. Por un lado, aumentan los costos de las materias primas y los materiales importados. Y por otro, incrementan los costos para sus clientes en los mercados de exportación. Esto provoca que las empresas estadounidenses pasen a los consumidores los costos de la ‘guerra comercial’ lanzada por el presidente.

Un gran número de compañías de este país se preparan para un alza del costo de sus productos, con el objetivo de proteger sus márgenes de ganancia, frente a la escalada de los precios del acero y del aluminio, que aumentó los costos de fabricación de diversos artículos manufacturados: las latas de Coca-Cola y Fanta cuestan más hoy, los precios de los automóviles van al alza y hasta los post-it son más costosos, entre otros muchos productos.

Hasbro, que se especializa en juegos de mesa (Scrabble, Trivial Pursuit, Monopoly) está en conversaciones con sus proveedores y distribuidores sobre un aumento de precios que podría producirse durante el crucial periodo de las fiestas navideñas.

Las grandes automotrices de Detroit, General Motors, Ford, Fiat Chrysler, también anunciaron incrementos en sus precios debido al alza del aluminio y del acero, que representan más de la mitad de los componentes de un vehículo. La ‘guerra comercial’ de Trump hizo que estas compañías agreguen más de mil millones de dólares a sus costos de producción, un aumento que, ya dijeron, lo pagarán los consumidores.

Los productores de whisky, de bourbon, el fabricante de las motocicletas Harley-Davidson (productos golpeados por los impuestos punitivos de la Unión Europea) también han informado de dificultades. El impacto en el bolsillo de los consumidores de éstos y otros productos se sentirá en el corto plazo.