L a violencia que afecta la actual campaña electoral en México, que concluirá con la votación del próximo 1 de julio, ya ha cobrado la vida de 78 políticos en todo el país, en solo siete meses. El crimen organizado tiene particular interés en cuatro estados en los que buscaría mantener el control del cultivo de amapola, el robo de combustibles y de mercancías de transportes de carga.

El Tercer Informe de Violencia Política México 2018, elaborado por la firma Etellekt Consultores, indica que en ese rango de tiempo también se registraron 203 agresiones, 173 ataques directos a actores políticos y 30 a sus familiares. Las amenazas incluyen intimidaciones, agresiones con armas, secuestros y asaltos, entre otros.

Las agresiones se registran en 29 de los 32 estados del país, y en el 80% de lo casos el culpable es el crimen organizado.

El Instituto Nacional Electoral (INE) establece que solo se brinde seguridad a candidatos registrados, más no a precandidatos. La campaña inició de manera formal el pasado 30 de marzo, aunque el sistema electoral mexicano contempla también una precampaña y una intercampaña que la preceden.