La construcción de ocho prototipos del que podría ser el nuevo muro entre Estados Unidos y México que desea levantar Donald Trump, comenzó en el área de Otay Mesa (California) anunció la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Esta zona (cercana a San Diego), donde ya existe una doble verja de separación, fue seleccionada por ser una de las zonas con mayores índices de criminalidad.

Las seis compañías seleccionadas en el proceso de licitación, que construirán cuatro prototipos de cemento y otros cuatro de otros materiales, tendrán treinta días para levantar sus modelos de muro. Los modelos tendrán entre 18 y 30 pies de altura y están diseñados para disuadir el cruce de indocumentados en el área y cumplir así con los requisitos establecidos por la Patrulla Fronteriza.

Los prototipos se construirán uno al lado del otro en un terreno situado a escasos metros de la actual barda que divide Otay Mesa (California) y Tijuana (México). En el lugar de las obras, cuya entrada colinda con el cruce de camiones que ingresan a Estados Unidos desde México, se observan ya decenas de vehículos pesados con equipo de construcción que superaron un filtro de seguridad antes de ingresar en esta área de acceso restringido. En las calles cercanas se han colocado letreros que prohíben a vehículos estacionarse hasta el próximo 10 de noviembre, mientras la oficina del Alguacil del Condado San Diego cuenta con un plan de prevención en caso de que se registren protestas masivas.