Una costosa cura para el cáncer
Agencias / Cortesía | 9/21/2017, midnight
Es como un auto-trasplante. Se extraen las células de un paciente, las modifican genéticamente en un laboratorio y luego se las vuelven a injertar. Así funciona Kymriah, el medicamento genético recientemente aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA). Una luz descollante en el oscuro camino hacia la cura definitiva del cáncer.
EL DATO
Estamos adentrándonos en una nueva frontera de la innovación médica, con la capacidad de reprogramar las células del paciente. Las nuevas tecnologías, como las terapias genéticas y celulares, tienen el potencial de transformar la medicina y crear un punto de inflexión en nuestra capacidad para tratar y curar enfermedades intratables.
La noticia fue tomada como una verdadera revolución dentro de la medicina oncológica. Por primera vez, la FDA aprobaba un método de este tipo, considerado dentro del campo de la inmunoterapia y que consiste en ‘entrenar’ al sistema inmunológico para que pueda reconocer y atacar la enfermedad.
Desarrollado por la farmacéutica suiza Novartis, Kymriah es el resultado de más de dos décadas de investigación de las llamadas terapias CAR-T, que empezaron a estudiarse en 1990. Hoy, constituye el tratamiento más efectivo para la leucemia infoblástica aguda (LLA), un cáncer de la médula ósea y de la sangre.
En concreto, tisagenlecleucel (nombre científico de Kymriah) está aprobado para tratar a pacientes terminales, de hasta 25 años de edad, que han pasado por dos o más recaídas. El ensayo clínico más reciente, realizado en varios hospitales con 63 pacientes pediátricos y adultos jóvenes, arrojó un 83% de remisión a los tres meses de tratamiento. Una verdadera proeza de la ciencia.
Pero no todos han sido elogios para Kymriah. Uno de los puntos más controversiales ha sido su precio comercial, anunciado en 475 mil dólares. Un costo tan alto no sólo resultaría imposible para la mayoría de pacientes, sino que desvirtuaría el verdadero fin del tratamiento: acabar con la LLA, el cáncer infantil más común en Estados Unidos y en gran parte del mundo. Novartis ha explicado que el precio se debe a que el tratamiento es altamente personalizado: Las células son recogidas de cada paciente y enviadas a un centro de producción, donde son modificadas genéticamente para incluir un nuevo gen que ordena a los linfocitos T que ataquen y eliminen las células de la leucemia. La farmacéutica también asegura que está colaborando con las autoridades de salud para desarrollar un modelo de precios basado en los resultados del fármaco, lo que significa que Novartis cobraría a los pacientes de manera diferente dependiendo del tipo de cáncer que tengan.