El gran reto del país


Agencias / Cortesía | 9/21/2017, 10:47 a.m.
El gran reto del país
ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL. |

Según Pamela Castro, coordinadora de Diseño Urbanístico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México debe prestar atención especial al envejecimiento demográfico previsto para los próximos años si desea ser un país que cuente con ‘ciudades inteligentes’.

EL DATO

Aunque la edad promedio del mexicano se sitúa actualmente en 27 años, ello no hará que el país escape del destino demográfico de la mayoría de sociedades. De acuerdo con la Secretaría de Salud, en 2050 habrá 49.4 millones de personas mayores de 70 años en el país.

Las urbes inteligentes son aquellas que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación para auxiliar en la gestión de servicios públicos, entre ellos la movilidad, la energía y el manejo de residuos sólidos.

Para la especialista, el país no ha sabido utilizar el ‘bono demográfico’ que supone tener una media poblacional joven y ahora le toca pensar en el reto de cómo la ciudad tendrá que habituarse a personas de edad madura.

En concreto, la Ciudad de México aglutina grupos poblacionales aislados en la periferia sin acceso completo a necesidades básicas, entre los que hay muchos ancianos y niños.

La planificación de las ‘ciudades inteligentes’ a nivel urbanístico debe ser pensada para los jóvenes, ya que los plazos en urbanismo son a 20 o 30 años, cuando éstos serán adultos mayores.

En ese sentido, las viviendas o agrupamientos donde hay gente más mayor debería ser parte de las preocupaciones principales de las autoridades mexicanas responsables del tema. El transporte público también es un tema urgente, ya que éste debe ser cercano a la vivienda y a los suministros de necesidades básicas, algo en lo que las aplicaciones móviles deben tener un papel protagonista.

Para Castro, la mitigación de los gases de efecto invernadero también resulta esencial como medida preventiva a un envejecimiento tortuoso, resultando propicio promover la electromovilidad. El cambio en el combustible contribuirá a una menor emisión de toneladas de gases de efecto invernadero. En esta línea, promover la conservación y adecuación de parques y áreas verdes mitigaría efectos ambientales nocivos, como las olas de calor, para la salud en edades avanzadas.

Por último, Castro valoró la agricultura en azoteas y los huertos urbanos como una forma de mitigar el impacto que las fuertes lluvias tienen sobre los sistemas de drenaje de las ciudades.

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