Los niños deben aprender a apreciar lo que tienen y conocer los límites de los gastos. Por eso es importante inculcar el valor del ahorro a los pequeños.

En primer lugar, es necesario que sepan que todo se consigue con esfuerzo. Si tu hijo quiere algún juguete o una salida especial, pídeles realizar alguna tarea extra. Por ejemplo, sacar la basura, pasar la aspiradora en la casa, ayudar a guardar las compras o doblar la ropa, son algunas oportunidades para que le ofrezcas una pequeña cantidad de dinero por cada servicio y que ellos, poco a poco, entiendan el esfuerzo que requiere ganarse cada dólar.

Establece una propina de acuerdo a lo que creas conveniente, dale a tus hijos una cantidad de dinero fija al mes para que la administren ellos mismos y gasten en lo que quieran. Esto hará que se acostumbren a manejar un presupuesto y aprendan a distribuir sus gastos de la mejor manera. Hagan juntos un presupuesto. Siéntate con tu hijo y planifiquen en qué se gastará su propina. Enséñales a hacer una lista de las cosas en las que quiere gastar ese mes y asignen cantidades a cada una, de manera que tenga claro los límites. Hazle saber la diferencia entre los gastos necesarios y los extras, ya que luego necesitará priorizar.

Diles que deben ahorrar para el futuro. Regálales una alcancía para que puedan ahorrar para algo que quieran y supere su presupuesto mensual. Por ejemplo, si tu hijo recibe 20 dólares al mes pero quiere un juguete que cuesta 50, explícale cómo guardar una parte de lo que recibe cada mes en su alcancía para que en unos meses pueda comprar el juguete que tanto quiere.

Finalmente, lidera con el ejemplo. Planifica bien tus gastos para evitar problemas económicos y que tu hijo aprenda viéndote. Es importante ser disciplinado y no facilitar a tus hijos gastos que ellos deberían asumir con su propina.