La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) está en medio del debate público por su última movida para obstaculizar que se conozcan los hechos que ocurren dentro de sus centros de detención.

Según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), ICE ha enviado una solicitud a la Administración de Archivos Nacionales (NARA) para que disminuya el tiempo necesario antes de que la agencia, por ley, pueda destruir los reportes sobre abusos al interior de sus centros penitenciarios. De esta forma ICE está tratando de recibir permiso para destruir 11 tipos diferentes de registros, que incluyen agresiones sexuales, confinamiento en solitario e incluso muertes de personas bajo su custodia, según denuncia ACLU.

Otros registros sujetos a la destrucción incluyen programas alternativos de detención; informes de monitoreo de detención, registros sobre las personas detenidas en instalaciones de ICE y las denuncias públicas ante ICE sobre los abusos dentro de sus cárceles.

Para los defensores de los inmigrantes esta nueva estrategia de ICE busca acabar con el rastro físico sobre las innumerables violaciones a los derechos humanos así como abusos constitucionales en contra de los inmigrantes indocumentados detenidos.

No es un secreto que ICE tiene un largo prontuario de abusos y tácticas de maltrato dentro de sus filas, dentro y fuera de los centros de detención para indocumentados, por lo cual se teme que esta petición ayude aún más a que la impunidad reine cuando se refiere a los abusos de ICE.

Los defensores de los derechos civiles aseguran que la integridad de estos documentos son necesarios para que el público entienda y pueda evaluar plenamente el funcionamiento de un sistema que es notorio por las condiciones inhumanas e inconstitucionales que afecta a cientos de miles de personas cada año.