Más de 12 millones de personas fueron afectadas por los terremotos que golpearon el sur y centro de México los días 7 y 19 de septiembre, de magnitud 8.2 y 7.1, respectivamente, causando daños en 400 municipios y delegaciones de varios estados del país, y dejando en conjunto un saldo de 471 víctimas mortales.

La Ciudad de México registró 228 fallecidos. En Oaxaca hubo 83 víctimas mortales; en Morelos 74; en Puebla 45; en Chiapas 16; en el Estado de México 15; en Guerrero 6 y en Tabasco 4. En las tareas de resguardo y rescate, que constituyeron la primera etapa del plan de acción del Gobierno, participaron más de 90,000 elementos de las fuerzas federales.

Los fuertes sismos afectaron 180,731 viviendas, 50,610 de ellas con daño total. En este ámbito, los estados de Oaxaca y Chiapas fueron los más perjudicados. En el primero se registraron 63,336 inmuebles con daños, y en el segundo fueron 59,397.

Durante los momentos posteriores a los terremotos se atendieron alrededor de 11,000 llamadas de emergencia y se pusieron a disposición más de 3,000 camas para la atención médica urgente. También se proporcionaron más de 226,000 atenciones médicas y psicológicas.

Dentro de la segunda fase, la de registro, las autoridades elaboraron censos para realizar un dictamen definitivo de daños, de cara a la última etapa, la de reconstrucción, y comenzaron las tareas de remoción de escombros, mientras que miles de afectados fueron instalados en albergues. La tarea de recuperación será larga y costosa.

EL DATO

Un total de 1,821 edificaciones de once estados con valor arqueológico, artístico e histórico sufrieron daños.