Aproximadamente 2.9 millones de hogares fueron desconectados por falta de pago el año pasado en los 18 Estados de la Unión monitoreados por la agrupación The Utility Reform Network (TURN). De ese total, más de 900 mil hogares se quedaron sin luz en Texas el verano del 2016 debido a facturas impagas (casi el triple que hace diez años).

Y mientras que más empresas de servicios eléctricos están desconectando el servicio en más casas, Donald Trump dispuso poner fin a la ayuda federal destinada a las facturas de luz de los estadounidenses más pobres. El Congreso de la Unión votó a favor de restaurar el financiamiento, pero la Administración Trump todavía no ha dado el dinero.

Es oportuno recordar que el presupuesto para el año fiscal 2018 de la Administración Trump eliminó el Programa de Asistencia para Energía para Hogares de Bajos Recursos (LIHEAP) porque ya no es una necesidad y está sujeto a fraude. En general, las compañías de servicios elaboran planes de pago o ayudan a los clientes a obtener ayuda financiera en un plazo de días. Sin embargo, muchos estadounidenses enfrentan dificultades económicas y no pueden acordar el cumplimiento de su deuda.