Decir adiós es el primer acto de valentía ante una relación que no da para más y que no nos llena de satisfacción ni de alegrías. Se debe tomar esta difícil decisión cuando se presenten las siguientes señales:

• Tu pareja no te tolera. Critica todo lo que haces.

• Es frecuente que el gozo de antes haya sido invadido por el sufrimiento y el dolor.

• Sientes que estando a su lado no lograrás cumplir tus metas y proyectos en común.

• Él ha dejado de trabajar cada día por el bien de la relación. Se han perdido los gestos de amor, las caricias y la celebración.

Si este tipo de alertas te son familiares, llegó el momento del adiós. Por tu bien. Y es momento de buscar a la familia, a los amigos, es tiempo de conocer a otras personas, practicar deportes, viajar y descubrir todas las cosas buenas que tenemos.