Reforma fiscal divide al país
Agencias / Cortesía | 10/5/2017, midnight
El proyecto de reforma fiscal en Estados Unidos, calificado de ‘revolucionario’ por Donald Trump, suscita divergencias sobre su potencial impacto económico y social.
Entre los tres cambios más importantes del plan figuran las profundas reducciones de impuestos que pagan los negocios, con lo cual la tasa impositiva de las grandes firmas pasaría de 35% a 20%; las deducciones, que se limitarán y en algunos casos se eliminarán (tanto por el lado corporativo como por el personal, para que el déficit fiscal de Estados Unidos no aumente); y la repatriación de capitales, que estará sujeta a un impuesto único aún no revelado. También se reducirán las escalas y tasas de impuestos de la renta individual, se eliminará el impuesto de sucesiones y se elevarán las deducciones fiscales para las familias con hijos, entre otras medidas.
Las medidas son ambiciosas y los beneficios, que se traducen en gran parte a impuestos más bajos, apuntan a mejorar los empleos y los salarios, de acuerdo a Trump. Se espera que las propuestas tributarias ayuden a dar un impulso a la economía nacional.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, desestimó las críticas de que los recortes impositivos planeados por Donald Trump beneficien a los ricos a costa de los ciudadanos de ingresos medios. Y Trump defendió su proyecto llamándolo ‘pro crecimiento, pro empleo, pro familias, pro Estados Unidos’. El reto estará en lograr la aprobación de esta reforma, otra de las grandes promesas de campaña del ahora presidente.