En Nevada es fácil conseguir un arma, ya sea una pistola, un rifle o una escopeta. No se necesita permiso alguno para comprarlas, tampoco hace falta esperar para adquirirlas y no hay límite en la cantidad de balas o munición que una persona puede llevarse a casa. Los únicos requisitos son ser ciudadano estadounidense, tener una licencia de conducir y no afrontar ningún proceso judicial.

Aunque el saldo final se confirmará en los próximos días, el tiroteo de Las Vegas es el más letal ocurrido en la historia reciente de este país. Y algo igual de escalofriante es saber que esta vez el asesino de decenas de personas fue un hombre blanco que no registraba antecedentes penales ni registro de arrestos, era pudiente y no tenía ninguna afiliación religiosa ni política.

Stephen Paddock (64) convirtió sus fusiles semiautomáticos en armas que podían disparar entre 400 y 800 cartuchos por minuto, adosando una culata de recambio a la parte posterior de esos fusiles. Por eso en los videos de la masacre se puede escuchar el sonido incesable de la metralla. Por eso la enorme cantidad de heridos y los 59 muertos.

Según las autoridades, el agresor tenía 23 armas y cientos de cartuchos de munición en su cuarto del piso 32 del hotel Mandalay Bay. En su casa, las autoridades requisaron otras 19 armas de fuego, algunos explosivos y varios miles de cartuchos de munición.

La tragedia pudo ser mucho mayor. Pudo morir mucha más gente entre la multitud que asistía al concierto de música country.

¿Por qué permitir la venta de armas de alto calibre, de guerra, a los civiles? Por el negocio que representa para muchas compañías y para la NRA, y por el capricho de aquellos que se aferran a la Segunda Enmienda de la Constitución, que es anacrónica y perjudicial. Las leyes en este país necesitan ser cambiadas, modificadas o adaptadas a estos tiempos para evitar que desgracias como ésta, y las anteriores, sucedan otra vez.

Los motivos que derivaron en esta fatal tragedia y la transacción de dinero que hizo a Filipinas son investigados por las autoridades. El público necesita saber qué hizo que una persona considerada ‘normal’ haya inflingido tanto dolor en este país. Estemos atentos a las conclusiones de estas pesquisas.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que aumentará la vigilancia en eventos y lugares públicos para intentar evitar una masacre similar a la ocurrida en Las Vegas.