Llegaron pidiendo asilo político, pero: Mujeres cubanas padecen condiciones carcelarias
Tania Del Ángel Pich | 11/22/2017, midnight
Trece mujeres cubanas de entre 21 y 58 años de edad, llegaron a Laredo (Texas) a finales de agosto pasado, solicitando asilo político. Sin embargo, fueron trasladadas al T. Don Hutto Residential Center. Casi de inmediato, como consecuencia de los destrozos provocados por el huracán ‘Harvey’, todas fueron trasladadas a instalaciones correccionales de Pensilvania.
Los representantes de estas mujeres aseguran que éstas no tienen antecedentes penales y que han pasado sus entrevistas personales para comprobar el requisito de ‘miedo creíble’, por lo que deberían estar en libertad, como los familiares que las acompañaban cuando llegaron a este país.
Los familiares de las detenidas solicitaron ayuda a Cuba Libre Foundation, que comenzó sus actividades el 18 de enero de este año (2017), apenas el expresidente Obama declaró la cancelación de la política ‘Pies Secos, Pies Mojados’. Esta organización brinda comida, refugio, ropa y asistencia legal a los cubanos varados en las ciudades fronterizas.
“ICE las colocó en instalaciones correccionales sin la posibilidad de salir. La cárcel de York, en Pensilvania, alquila un espacio al ICE, y la liberación de las mujeres les haría perder dinero. ICE cobra 164 dólares por día al Gobierno Federal por cada inmigrante detenido, pero como el centro de York no tiene suficientes detenidos se les hace difícil seguir cobrando ese dinero”, comenta para El Mundo Newspaper, María Fundora, presidenta de Cuba Libre Foundation y agrega: “Lo que están pidiendo las mujeres es libertad condicional para que puedan preparar su defensa legal antes de presentarse en un tribunal de Inmigración en el Estado en el que viven sus familias. Ellas no representan un peligro para la comunidad y no existe el temor de que abandonen el país antes de sus audiencias en la Corte, debido a que están solicitando asilo político”.
Quienes luchan por la liberación de estas mujeres aseguran que éstas son víctimas de hostigamiento y de amenazas por parte de los guardias. “(Ellas) han sido observadas mientras usan el inodoro en sus celdas, y mientras se duchan, por un guardia que no anunció su presencia, tal como lo requieren las regulaciones. Cuando ellas se quejaron con su abogado, los directivos de la cárcel las amenazaron con aislarlas por cada queja que sea presentada ante el juez”, asegura Fundora.
Por su parte, Mitchell Laird, abogado de las trece mujeres cubanas detenidas, no quiso dar detalles de los casos de sus patrocinadas pero afirmó que el oficial a cargo del centro de detención de Pensilvania no tiene interés en dejarlas en libertad.
“Desde que la política de ‘Pies Secos, Pies Mojados’ fue eliminada por Obama, ahora es complicado para los cubanos obtener una liberación bajo palabra (‘parol’). Cada prisión tiene diferentes políticas y Texas tiene mucha gente en sus centros de detención, por lo que tienen que dejar ir a la gente, pero eso no pasa en otros Estados del país. Durante la Administración Bush se acordó que todos los detenidos por Inmigración debían afrontar sus casos en prisión, para así acelerar el proceso. En Pensilvania tienen mucho espacio para los detenidos, por lo que esperan que todos cumplan con sus procesos migratorios en la cárcel. También depende de qué tan accesible es cada oficial a cargo de los centros de detención; hay quienes quieren ayudar a que los detenidos salgan de las cárceles lo antes posible y hay quienes no tienen prisa, como es el caso del oficial McPherson de Pensilvania”, explica Fundora.
Entre las detenidas se encuentra Maribel García Barrios (58) quien cruzó la frontera con su esposo, su hija y su nieta el pasado 28 de agosto. Su hija, Maylín Martínez (28) y su nieta (8) recibieron libertad condicional al día siguiente de la detención. Su esposo estuvo hasta el 8 de noviembre en San Antonio, donde estuvo preso por 73 días y fue puesto en libertad mediante una fianza de cinco mil dólares.
“Nosotros estamos viviendo en Austin con mi hermano y su familia, que tienen diez años en este país. Cada vez que hablamos con mi mamá la escuchamos muy deprimida y nerviosa. Ella tiene un problema con la tiroides, y cuando cruzamos la frontera le quitaron sus medicamentos. Hasta la fecha no le han dado ninguna prescripción”, se queja Maylín Martínez.
María Fundora asegura que al Gobierno Federal se les ha complicado procesar los casos de los cubanos que llegan al país porque los agentes de Inmigración no saben cómo tratar a los inmigrantes cubanos, una migración diferentes a la de otros países.
“Cuando un cubano abandona su país es acusado de traicionar a la patria y no es bienvenido, en caso de ser deportado. Y si fue deportado, es casi imposible que consiga empleo, tampoco le dan la libreta de alimentos y él y su familia son hostigados”, dice la representante de Cuba Libre Foundation.
EL DATO
El 12 de enero de este año (2017), Barack Obama eliminó la política ‘Pies Secos, Pies Mojados’, que le permitía a los cubanos que llegaban sin visa a este país, convertirse en residentes permanentes legales. Sin embargo, la Ley de Ajuste Cubano aún esta vigente. Esta norma cita que los cónyuges e hijos que ingresan legalmente a Estados Unidos con visa, o pasaporte de otro país, y que decidan quedarse, podrán solicitar la residencia permanente a partir de que cumplan un año y un día de haber ingresado a territorio estadounidense. Además, si el inmigrante cubano demuestra que tiene temor a las represalias políticas en caso de ser devuelto a su país, podría ir a una Corte de Inmigración y solicitar asilo político. Según el ICE, más de 36 mil cubanos enfrentan órdenes de deportación actualmente.