La revisión de los dispositivos electrónicos de los viajeros que llegan a este país se ha vuelto una herramienta clave para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Conocidos como ‘registros digitales’, ya que pueden revelar información privada accediendo a las búsquedas de los ordenadores portátiles y teléfonos inteligentes, éstos se han duplicado desde 2015, pasando de 8,500 a 19,000 registros para el final del 2016.

Sin embargo desde la llegada la poder de Donald Trump estas cifras se han disparado: sólo en el primer semestre de este año (2017) se han revisado los dispositivos electrónicos de 15,000 viajeros en los aeropuertos. Cada día se le niega la entrada a este país a aproximadamente 752 personas. Estas revisiones se hacían desde hace varios años, pero ahora la diferencia radica en que, tanto inmigrantes extranjeros, así como residentes legales y ciudadanos estadounidenses, están sujetos a la revisión de sus dispositivos electrónicos.