Juego virtual podría acabar con la vida de su hijo
Tania Del Ángel Pich | 5/25/2017, midnight
A ‘La Ballena Azul’, un mortal ‘juego’ que se pasea por la Internet, se le atribuyen una serie de muertes alrededor del mundo. Todo comenzó en Rusia, a finales del 2013, y desde entonces se expandió en el planeta entero registrando 160 víctimas, en su mayoría jóvenes mujeres.
El objetivo de esta amenaza son los jóvenes, los cuales deben enfrentar un total de cincuenta retos que han de cumplir en cincuenta días. Las actividades van dificultándose conforme avanza el ‘juego’, hasta que finalmente los participantes reciben la orden de un desconocido para atentar contra su propia vida.
El ‘juego’ inicia con una invitación hecha por el administrador de una página de Facebook vinculada a ‘La Ballena Azul’. Las tareas asignadas a los ‘participantes’ (o ‘ballenas’) van desde ver películas de terror, levantarse por la madrugada y pararse en el techo más alto que se pueda, hacerse cortes en los brazos, matar animales, y finalmente cometer el suicidio arrojándose desde lo alto de un edificio. El ‘participante’ tiene que documentar los retos superados a través de fotos, usando el ‘hashtag’ #laballenaazul.
“El blanco de ‘La Ballena Azul’ son los niños y jóvenes vulnerables, con problemas afectivos, que carecen de amor y atención por parte de sus padres, familia y amigos. Son jóvenes que están deprimidos y que ya contemplaban el suicidio antes de ‘jugar’ este ‘juego’”, comentó para El Mundo Newspaper Gabriela Núñez, psicóloga experta en casos familiares y de pareja.
Hasta el cierre de esta edición, en Estados Unidos no se han registrado víctimas fatales como consecuencia de este ‘juego’ suicida. Sin embargo, es importante que los padres de familia tomen medidas de precaución y aborden el tema con sus hijos.
¿Cómo evitar que los jóvenes caigan en ‘juegos’ mortales como el de ‘La Ballena Azul’?
– Los padres y madres de familia deben demostrar afecto a sus hijos siempre; estar en constante comunicación con ellos, realizar actividades familiares juntos para evitar que los niños y adolescentes pasen largo tiempo frente a una pantalla. Es importante conocer a las amistades de sus hijos (as) y escuchar sin juzgar para fortalecer los lazos de comunicación. También deben estar pendientes de lo que sus hijos (as) ven y hacen en la Internet. No se trata de violar la privacidad de sus hijos, simplemente es parte de realizar el trabajo de un padre o madre de familia responsable”, aconseja la psicóloga Núñez y agrega: “Los padres de familia también deben estar preparados para abordar temas con mayor profundidad con sus hijos, como por ejemplo: el uso de drogas, el abuso sexual, el ‘bullying’, el suicidio y cómo evitar los peligros de la red”.
Por su parte, Mario Sánchez, creador de paginas Web, asegura que crear un ‘juego’ de esta índole no es difícil para alguien que es programador informático; además, es difícil para las autoridades poder dar con el paradero del creativo y de los implicados. “Puede tomarles un largo tiempo a los investigadores capturar a los responsables de un juego o página Web que sea una amenaza para la comunidad, ya que los creadores pueden cambiar de servidores y usar una red virtual privada continuamente, dificultando el rastreo de los criminales de la Internet”.
Finalmente, aunque Philip Budeikin, creador de ‘La Ballena Azul’, fue detenido, los expertos aseguran que los suicidios continúan siendo promovidos por grupos de la muerte desde Rusia. Latinoamérica no es la excepción: Colombia, Uruguay, Paraguay, Chile México y Brasil han registrado suicidios ligados a este macabro ‘juego’. La amenaza nos obliga a estar atentos al entorno de nuestros hijos e hijas para que no seamos parte de estas terribles estadísticas.
Philipp Budeikin (21), sindicado como el creador del macabro ‘juego’, aunque sería sólo uno de tantos administradores del ‘juego’ en redes sociales, fue un joven ruso estudiante de psicología, que confesó haber incitado a, por lo menos, 16 jóvenes a cometer suicidio. Su propósito era ‘limpiar la sociedad’ de los que él considerada ‘débiles’. Murió por mano propia en una cárcel rusa.